El jefe de la Unidad Regional Esquel, Vicente Avilés, comentó que a pesar de la compleja situación sanitaria producto de la pandemia es habitual que deban intervenir en fiestas clandestinas en la zona.
"Es una constante que el vecino se queja de los ruidos, de las reuniones. A la mayoría se trata de concurrir, esa es la premisa", señaló Avilés. El Comisario advirtió que hay gente que hace caso pero otros vecinos no. En este sentido, resaltó que en ocasiones "terminamos siendo agredidos".
De cara a los controles para los festejos de fin de año que los municipios de Esquel y Trevelin pidieron que sean más fuertes, subrayó que para esa ocasión "aumentamos el personal policial porque utilizamos las fuerzas como la sección Montada, Infantería, los grupos de Brigada de Investigaciones".
Las tareas se implementarán en conjunto con la Agencia Provincial de Seguridad Vial, municipio y Gendarmería, que patrulla en las rutas.