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El regreso al primer amor. Cristina Campos se sumó a la Escuela Awkache de Atletismo

Lo hará ad honorem. Apuntalará el trabajo de Rodrigo Peláez, quien estará casi dos meses fuera del país.

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La Escuela Municipal Awkache y el deporte como herramienta de transformación social. Este sería el título de la nota. Es que a partir de ahora se sumó la profesora Cristina Campos, quien fuera una de las precursoras de esta escuela que lleva casi 20 años existencia. Lo hará ad honorem, según ella lo pidió y cuando los resultados deportivos son cada vez más importantes, es muy bueno regresar al lugar donde a uno lo hizo feliz, para retomar aquellos conceptos de la creación de esta escuela: el deporte como herramienta de transformación social.

 

 

Y por ello Cristina Campos volvió a su primer amor, a estar con los más pequeños. Los grandes resultados que hoy tiene el atletismo y el inminente viaje del profesor Rodrigo Peláez primero a México y luego a Japón, obligan a realizar distintos cambios y que mejor cambio que regresar a las fuentes, a los orígenes de esta escuela que tomó al deporte como una actividad social y educativa más que importante.

 

Y para ello se sumó Cristina Campos al proyecto del mini atletismo de Awkache, un espacio donde conviven unos 70 pequeños atletas, como lo fueron antes Martin Ñancucheo, Karina Neipán y su hermano Nico, por nombrar a solo tres quienes eran por demás niños, por aquel entonces.

 

                                                                    

RECONOCER A LAS GRANDES PERSONAS

 

Al enterarnos del regreso de Cristina Campos a la pista atlética municipal, surgió ayer el siguiente diálogo:

 

- ¿Cristina que te acordás sobre la iniciación de la Escuela Awkache de Atletismo?

 

- Me acuerdo mucho de ello. Me acuerdo de las caras, de las personas, de los adultos que estuvieron colaborando y de las familias porque fueron un pilar fundamental para el inicio de esta escuela.

 

La misma se inicia con Rodrigo Peláez como profesor de la escuela, quien es una persona con mucha convicción, un profesor muy comprometido socialmente, y a su vez empezaron otras escuelas de iniciación al atletismo, como ser en el barrio Ceferino, en el barrio Badén en el barrio Buenos Aires, barrio Sargento Cabral y trabajar en este proyecto fue el espacio que me dio la Secretaría de Deportes, que conducía Jorge Aleuy.

 

 

- Y Awkache fue uno de estos proyectos, ¿cómo surgió y puntualmente en dónde?

 

- Surgió en los barrios Bella Vista y Estación. Te cuento además que acompañaron a Rodrigo personas que fueron como engranajes: como ser José Medina, quien trabajaba en la Escuela 24, Luis “Coyín” Fernández, también el presidente de aquel entonces de la junta vecinal del Bella Vista, de apellido Moraga, quien por aquel entonces apoyó muchísimo para que la escuela Awkache estuviera allí, en el corazón del barrio. También Betty Moncá y su familia hicieron mucho para que funcionara de la mejor manera.

 

 

-Ahora Cristina fíjate una cosa, vos no hablás de resultados deportivos, solo hablás de un trabajo social por demás importante.

 

- Estoy de acuerdo con vos, ese fue el eje: el deporte como herramienta social. Rodrigo tenía muy incorporado ese concepto y lo pudo desarrollar en el transcurso de todo este tiempo y a pesar de los grandes resultados de hoy, nunca abandonó esa esencia.

 

Claro que con el tiempo vinieron los resultados, a quien no le gusta los resultados, pero queremos destacar los valores que les enseñó Rodrigo a tantos chicos en estos tiempos, como ser andar por el buen camino, conocer el deporte y su entorno, además de viajar, conocer el mar, conocer otras ciudades.

 

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