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Chicas… gracias por el Padel

Karin Bestene y Dana Roberts se coronaron campeonas en Cuarta Categoría. Al término del partido, debían “haber pasado la gorra”

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Cuando terminó el partido, las cuatro se fundieron en un mismo abrazo. Generalmente el saludo post partido tiene que ver con el respeto y las felicitaciones hacia la pareja rival.

 

En este caso fue diferente. El abrazo tenía otra connotación.

 

Karin Bestene junto con su compinche Dana Roberts superaron en tres sets a Manuela Gutiérrez y Paola Mauro.

 

 

Se coronaron campeonas del Torneo Clasificatorio en la cuarta categoría de Damas. Es cierto que queda una etapa en Sarmiento, pero ambas dieron un paso importante para su llegada al Nacional de Mar del Plata en el mes de noviembre.

 

El resultado fue mentiroso. Muy mentiroso, porque el 6/1, 4/6 y 6/0 fue producto de una hora y media de lucha eterna, de muy buen juego, de puntos largos, de técnica bien aplicada.

 

La final de Cuarta Damas no fue un partido más. Fue él partido del campeonato, del fin de semana largo.

 

Las dos parejas de Esquel son amigas entrañables. Son baluartes, junto con Roxana Villarino (mamá de Paola) del desarrollo formal del Padel en Esquel.

 

Son parte de la Asociación y la fiesta del fin de semana un poco se lo debe a ellas.

 

 

Después de 30 años Karin Bestene volvía a jugar un torneo en Esquel. Y eso la movilizó internamente. Antes su compañera era Marcela Sandoval, ahora Dana Roberts.

 

Y la final del sábado la esperábamos todos.

 

Muy atentos estuvimos en la fase de semifinales porque le dupla de Ingeniero Jacobacci podían romper ese encanto.

 

 

Paola Mauro Y Manuela Gutiérrez debieron dejar la piel en la cancha. Vencieron a Yamila Chameli y Liliana García por 6/4, 5/7 y 6/2, claro que de manera simultánea Karin y Dana ganaban (sin transpirar) a las sarmientinas Catalina Gonzalorena y Aldana Garmendia. El resultado fue 6/0 y 6/0.

 

El desgaste de una pareja y otra para la gran final fue totalmente diferente.  

 

Una vez conocida la final, el ambiente fue otro.

 

Había que vestirse de gala y llegar temprano, porque todos y todas querían ver ese gran partido.

 

La gran final de mujeres tuvo un dato curioso. Nunca se pudo jugar en Esquel, siempre se jugó en Villa La Angostura, Bariloche o San Martín de los Andes, en fase de finales o semifinales. Era la primera vez que jugaban ante su público.

 

Las cuatro mejores jugadoras de Esquel nunca se enfrentaron en Esquel. Y la gente lo sabía.

 

 

Estuvieron todos en Esquel Padel; jugadores y jugadoras de todas las categorías, amigos (muchos amigos) y familiares. Nadie quiso faltar a la cita.

 

La gran final de Cuarta categoría de mujeres, que se jugó en Esquel Padel, tuvo una duración de 90 minutos. Una hora y media de mucha intensidad, con todos puntos largos, con vaivenes en los yerros de cada una y con la muestra de categoría en cada uno de los puntos.

 

El resultado fue totalmente mentiroso. Sobre todo el 6 a 1 del primer sets, donde muchos de los games terminaron en 40 iguales y había que definir en el punto de oro y en los momentos claves Dana y Karin pudieron acomodar la mente para superar a su pareja rival.

 

Tal vez haya sido una estrategia o siempre le pega hacia el mismo lado. Dana Roberts trató en todos los tiros de jugarle paralelo a Manuela Gutiérrez, tal vez buscando el cansancio de ella, tal vez buscando el error de ella.

 

Y Manuela respondió a cada tiro con mucha solvencia.

 

 

El partido entró en un grado de acrobacia y eficacia a la vez. Puntos largos y aplaudidos por todos. De un lado y del otro. Con tiros ganadores y con yerros por igual.

 

Por ello el 6 a 1 del primer parcial fue netamente mentiroso.

 

El segundo sets arrancó similar. Palo y palo. Hasta que llegaron a un 3 a 2. Y cuando muchos pensamos que el espectáculo se terminaba, aparecieron las virtudes de Paola y Manuela para dar vuelta la historia.

 

Fue el mejor momento de ellas, Karin ya no tenía las respuestas del primer sets, tal vez abrumada por los recuerdos de hace 30 años y por estar su familia en la cancha y Dana no encontró su mejor performance en esa parte del partido.

 

Y el set llegó a 6 a 4 y se venía un bonus track, muy esperado por todos.

 

Claro que luego del 3 a 0, muy rápido por cierto, todo se hizo más fácil para Karin y Dana quienes a partir de ahí trataron de controlar el partido y de controlar sus mentes.

 

 

Claro que vale la pena destacar lo siguiente, en ningún momento del partido hicieron papelones. En ningún momento del partido pasaron vergüenza y por ello volvemos al abrazo del final del encuentro, que tuvo que ver con ello, con la misión cumplida.

 

Con gritar internamente “que lo logramos, que pudimos jugar un gran partido para la mucha gente que nos vino a ver”.

 

Gente que se fue llena de padel y con ganas de volver a verlas.  

 

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