Una caminata en la zona de Hunter Valley, Nueva Gales del Sur (Australia), se convirtió en una pesadilla para Matilda Campbell, una joven australiana que quedó atrapada entre dos rocas al intentar recuperar su móvil. El angustioso episodio duró más de siete horas y requirió la intervención de un equipo de rescate que calificó la operación como una de las más complejas de su carrera.
Todo comenzó cuando Matilda, mientras caminaba con amigos, dejó caer su teléfono móvil en una grieta de tres metros de profundidad entre dos enormes bloques de piedra. Al tratar de alcanzarlo, resbaló y quedó atrapada boca abajo, suspendida de pie y sin poder moverse. Sus compañeros intentaron socorrerla, pero ante la imposibilidad de liberarla, solicitaron la ayuda de los servicios de emergencia.
Un rescate desafiante
El equipo de rescate de Nueva Gales del Sur enfrentó un escenario complicado. Peter Watts, un paramédico con más de diez años de experiencia, describió la operación como “la más difícil” de su carrera.
Uno de los mayores obstáculos fue mover un bloque de 500 kilogramos que impedía el acceso a la joven atrapada. El uso de una grúa fue fundamental para despejar el camino, pero el verdadero desafío fue encontrar la manera de liberar a Matilda, quien estaba en una posición en forma de 'S' entre las rocas, lo que complicaba cada maniobra.
Siete horas de angustia
Matilda pasó más de una hora colgada cabeza abajo antes de que los rescatistas llegaran al lugar. Durante las siguientes seis horas, el equipo trabajó para estabilizar la zona y crear el espacio necesario para su liberación. A pesar de la complejidad del rescate, la joven fue rescatada con éxito, sufriendo solo rasguños y hematomas leves.
Tras el rescate, Matilda agradeció a los equipos de emergencia a través de sus redes sociales, llamándolos “auténticos salvavidas” y, con un toque de humor, lamentó no haber recuperado su móvil: “Lástima lo del teléfono”.
O.P