La cirugía fue realizada por el neurocirujano Fernando Contreras, miembro del Departamento de Cirugía del Instituto Fleni de Buenos Aires y con residencia en el Hospital Garrahan. En esta intervención también participaron médicos locales, entre ellos el neurocirujano del Hospital Zonal de Esquel, Jorge Bolzani. La operación, que tuvo como objetivo reducir las convulsiones en una paciente de 40 años con epilepsia de difícil control, consistió en la colocación de un estimulador cerebral.
El dispositivo implantado debajo de la clavícula, a través de una cirugía en el cuello, tiene como función emitir estímulos programados al cerebro para regular las convulsiones. Este tratamiento está diseñado para mejorar la calidad de vida de las personas que, como la paciente intervenida, no responden adecuadamente a la medicación.
Avance en el tratamiento de la epilepsia
El neurocirujano Fernando Contreras explicó que esta cirugía forma parte de un tratamiento más amplio para la epilepsia, una condición que en muchos casos no puede ser controlada solo con medicación. "Este es el segundo estimulador que colocamos en el Hospital Zonal de Esquel, lo que demuestra un avance importante en el tratamiento de esta enfermedad. Estamos mejorando mucho la calidad de vida de estas personas", destacó Contreras.
El dispositivo colocado mide solo tres centímetros y tiene una batería con una duración estimada de siete años. A pesar de ser un dispositivo de alto costo, la intervención fue cubierta por el sistema sanitario público de Chubut, ya que la paciente no cuenta con obra social y pertenece al programa Incluir Salud, que financia el acceso a tratamientos y dispositivos médicos.
Desde la Secretaría de Salud, a cargo de Denise Acosta, se destacó el éxito de esta intervención, así como el nivel de los profesionales que trabajan en el Hospital Zonal de Esquel.
Además, el doctor Contreras resaltó que, aunque el costo de estos dispositivos es elevado, el beneficio que brinda en términos de calidad de vida para los pacientes y la reducción en la cantidad de medicación necesaria hace que la inversión sea redituable. “La mejora en la calidad de vida de los pacientes y la reducción de la medicación que necesitan justifican este costo”, afirmó.
O.P