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27 de Abril de 2024
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Quien es “Chatrán”, el gran simulador: una vida de estafas, lujos y prostitución.

Tiene causas en varias ciudades de Chubut. Se filmó en la cárcel y hasta quiso arrojarse de un quinto piso. Cómplices muertos y policías “amigos”.

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La primera aparición de este estafador sin retorno fue en 2016 cuando lo buscaban por reiteradas maniobras ilícitas con la compraventa de autos y por si fuera poco el manejo de una red de prostitución. Lo encontraron en​ en un departamento de un quinto piso en la ciudad de Puerto Madyn desde donde amenazó con arrojarse si la policía ingresaba. Después de fingir largo rato su aparente determinación, se entregó. Ya tenía en su haber una larga lista de estafas y delitos. Fue el comienzo. Desde aquel 2016 no se detuvo.

Fue asi como César Alejandro “Chatrán” Hernández se fue convirtiendo en el estafador más famoso y más buscado de Chubut y la Patagonia. Varias veces cayó tras las rejas y varias veces se escapó. O aprovechó para desaparecer cuando gozaba de salidas transitorias. Esa había sido su última “estafa” en la ciudad de Sarmiento.

La justicia de Chubut ordenó su captura nacional e internacional. Pero “Chatrán” confiaba en eludir a la justicia y entonces no se había ido muy lejos. Sin embargo, cayó una vez más, ésta vez en una casa de la ciudad santacruceña de​ Caleta Olivia en Santa Cruz ubicada apenas a 100 kilómetros del lugar de sus andanzas.

 



Las investigaciones se habían iniciado tiempo atrás a través de un exhorto enviado por la justicia de Rawson, debido a que la División de Investigaciones de la capital de Chubut pidió la colaboración de sus pares de Santa Cruz para dar con el paradero del estafador. Luego de unos días, el juez Leonardo Cheuqueman firmó dos órdenes de allanamiento en Caleta Olivia, donde se presumía estaba Hernández. Los policías llegaron a una casa ubicada en el barrio 132 viviendas en calle Las Margaritas y a otra en calle Bernardino del Hoyo al 1200. Y en una de ellas, lo encontraron.


César Hernández, conocido como "Chatrán" o "Chulo", también enfrentó causas por trata de personas en complicidad con policías. Si, aunque sea increíble, hubo policías que se sumaron a sus estafas.
Los operativos se hicieron de manera simultánea por personal a cargo del comisario Pablo Méndez, Jefe de la brigada Zona Norte. Los agentes identificaron a Hernández y le secuestraron 11 teléfonos celulares, tablets, computadoras notebook, play Station 4, dinero en efectivo, documentación importante para las investigaciones de los casos en los que está involucrado y dispositivos de almacenamiento de información. De acuerdo a lo informado, la justicia de Rawson dispuso que “Chatrán” Hernández fije domicilio y quede a disposición de la justicia chubutense.

La larga lista incluye estafas y delitos de Hernández en Trelew, Rawson, Comodoro Rivadavia y Esquel en la modalidad de ventas por internet, productos que vendía y nunca entregaba. Su vida era la de un gran simulador. Disfrutaba de vehículos de alta gama, varias y lujosas propiedades y solía gastar mucho dinero en los locales nocturnos de Comodoro Rivadavia. "Chatrán" o "El Chulo", como también lo llamaban en la noche patagónica, tenía además por costumbre adueñarse de aquello que no le pertenecía y engañar tras una fachada de hombre de negocios. Era, a veces, un noble caballero adinerado y de esa manera con ese maquillaje hacía caer fácilmente a sus víctimas.

 



En junio de 2016 fue detenido en Puerto Madryn. Era buscado por la justicia, tras descubrirse una causa que lo involucraba en reiteradas estafas con autos y en la participación de una red de explotación sexual, en la que también estaban implicados integrantes de la Policía. Al verse rodeado, dijo que se iba a tirar de un quinto piso. Pero finalmente se entregó. Por entonces contaba con una condena de 4 meses de prisión efectiva por un delito de estafa en Esquel.

En 2013 había sido condenado a tres años de prisión efectiva por el robo agravado en un local, ocurrido el 8 de febrero de ese año, y en el que el comerciante resultó gravemente herido. Esa tarde manejaba una Ford Ranger, en la que también iban sus dos cómplices. Ambos morirían más tarde. Ángel Mirol, en el incendio de la Seccional Sexta, y Víctor Timoteo Ruiz, apuñalado por otro preso de la Alcaidía. Los dos en Comodoro Rivadavia. “Chatrán” siguió adelante con sus estafas sin derramar una sola lágrima.

Pese a su vida en la clandestinidad, a Hernández lo pudo el cholulismo y empezó a mostrarse en las redes sociales con personajes conocidos tanto de la noche patagónica como de la de Buenos Aires, e incluso con algunos a nivel internacional. Su historia se seguiría escribiendo con las estafas y entrando y saliendo de las comisarías, arreglando sus condenas con juicios abreviados, siempre bajo la defensa de conocidos abogados.

Siempre defendido por reconocidos abogados patagónicos pudo pasar más tiempo en libertad que tras las rejas, a pesar de las reiteradas detenciones y las condenas.
En una de las tantas entradas a las prisiones sureñas fue atacado por tres presos con los que, en aquel momento, compartía celda en la Seccional Cuarta de Comodoro Rivadavia. Fue en 2017. En medio de la golpiza, el condenado por estafas reiteradas recibió varios puntazos en piernas, brazos y rostro. La policía secuestró un hierro de construcción con punta, además de un teléfono celular.

"Chatrán" fue hospitalizado y una vez que le realizaron los estudios pertinentes y las curaciones que necesitaba, fue trasladado a la Seccional Sexta para que continuara cumpliendo su condena. También apareció desde un calabozo bailando cumbia tras haber recibido una paliza de parte de otros internos. Subió a las redes sociales un video que no tardó en viralizarse. Una vez más era noticia. Nunca nadie supo cómo consiguió un celular por entonces de alta gama para grabar sus bailes entre rejas.

En ese ir y venir de aventuras carcelarias y en la continuidad de sus estafas, “Chatrán” fue detenido en 2019 otra vez por delitos relacionados con su especialidad. Fue trasladado a Sarmiento donde al poco tiempo consiguió salidas transitorias. De una de ellas, nunca regresó. Por eso la Justicia de Chubut pidió su captura y fue tras sus pasos. Sin saber que el gran estafador se encontraba cerca.

 

Finalmente, fue detenido en Buenos Aires donde se encuentra con prisión preventiva. Ahora será juzgado en Chubut, su lugar en el mundo para realizar lo que más le gusta: ser estafador.
C.G.
 

 

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