27 de Mayo de 2024
sociedad |

El drama de las adicciones: Un testimonio desde Esquel

Un vecino de Esquel compartió su desgarradora experiencia como padre de hijos con adicciones, destacando la complejidad y señalando que "No es un problema familiar, es un problema de la sociedad"

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"Yo tengo un hijo con adicciones y he tenido otros hijos con problemas de adicciones", contó Ricardo Frutos, quien enfrentó una ardua batalla para encontrar tratamientos adecuados para su hijo. Actualmente, su hijo se encuentra internado en un hospital psiquiátrico en Mendoza, después de pasar por diversos centros de rehabilitación sin éxito duradero.

 

El camino fue tortuoso. "Él llegó al hospital Gandulfo de Lomas de Zamora pidiendo ayuda, después de salirse de una comunidad religiosa porque no le gustaba el sistema", contó Ricardo. En el hospital, su hijo pasó dos meses en una camilla en el pasillo, mientras la familia luchaba por encontrar una solución adecuada.

 

Falta de recursos 

"En Chubut no hay tratamientos intensivos a largo plazo. Tenemos un servicio de salud mental que es como un taller mecánico: te ajustan un par de tuerquitas y te largan a la calle", explicó Ricardo.

 

"Me exigían que me hiciera cargo de mi hijo, a pesar de estar a 2,000 kilómetros de distancia y sin capacidad para brindarle la ayuda necesaria", relató. La situación se volvió desesperante, con acusaciones de abandono de persona.

 

El apoyo de una operadora terapéutica

La situación dio un giro cuando una operadora terapéutica se ofreció a ayudar. "Esta señora cambió nuestra vida. Nos contactó, entrevistó y comenzó a enviar tutoriales con información vital sobre las adicciones", contó Ricardo.

 

Este apoyo fue fundamental para entender que el problema no es solo del adicto, sino de toda la familia. "La familia somos co-adictos porque convivimos con el adicto. La pieza fundamental para la recuperación es la familia". 

 

Reflexiones y aprendizajes

A través de esta experiencia, Ricardo aprendió sobre la importancia de la prevención y la educación en las adicciones. "Me di cuenta de que el problema no comienza y termina con el adicto. Hay que entender qué lo llevó a la adicción y cómo podemos prevenirlo desde la infancia", reflexionó. Sugirió que debería haber clases especiales desde jardín de infantes para prevenir adicciones de todo tipo, incluyendo a la tecnología, el azúcar y la sal.

 

"Sentía vergüenza de tener un hijo con adicciones", manifestó Ricardo, y subrayó que la adicción es una enfermedad crónica, y que es fundamental una buena contención tanto para el adicto como para su familia. "Un adicto puede mejorar con una buena contención. La familia sufre mucho, pero no estamos adecuadamente informados sobre cómo manejar estas situaciones", afirma.

 

Una llamada a la acción

Para Ricardo, es esencial crear conciencia y fomentar la colaboración entre las familias y las instituciones. "Hay leyes que exigen la prevención de adicciones desde hace más de 40 años, pero no se implementan adecuadamente", denunció. Además, criticó los recortes en los servicios de salud y la falta de apoyo estatal bajo la nueva administración nacional.

 

Ricardo concluyó con un llamado a la acción: "Te lleva a una vida horrible, pero no piensen que todo esta perdido. Siempre hay que hacer algo. No quisiera que nadie más sufra lo que hemos sufrido. Necesitamos capacitar a los padres, maestros y a toda la comunidad para poder enfrentar este problema juntos".

 

 

O.P

 

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