Un hombre de 40 años murió tras ser golpeado en la cabeza con un caño de gas. Lo extraño es que tras la agresión, que ocurrió el domingo, fue dado de alta en el hospital. Pero al poco tiempo se descompensó, debió ser internado nuevamente y poco después se produjo el desenlace fatal.
Según lo informado por las autoridades, un hombre de unos 40 años murió este martes a la cinco cuando estaba internado en la sala de cuidados intermedios del hospital de El Bolsón. No obstante, trascendió que ya había estado en la guardia en la noche del sábado, luego de recibir una agresión en un barrio de la ciudad por parte de un joven. Sin embargo, los médicos certificaron “lesiones leves” y fue dado de alta.
Conforme lo reconstruido hasta el momento, la víctima fue alcanzada por el agresor quien cruzó la calle y sin mediar palabras le asestó un golpe en la nuca con un elemento contundente y se dio a la fuga.
Tanto el sábado como este martes, la policía fue alertada por la madre del hombre, quien vive en un paraje rural y fue a visitar a su hijo al pueblo. Indicó que “había recibido un fuerte golpe en el cuello y otro en una rodilla”.
Al notar que su condición física empeoraba, la mujer optó por llevarlo nuevamente al hospital, donde pasó la noche en coma y falleció en la madrugada de ayer martes.
Al conocerse la noticia del deceso, la fiscalía ordenó la detención del agresor, a quien un testigo logró identificar. En el mismo procedimiento, se secuestró un caño de gas que ahora será peritado como el arma homicida.
En la investigación, los policías también tomaron contacto con los empleados de una estación de servicios, a quienes el fallecido contó que “no tenía nada grave, que se había caído y lastimado”.