La educación, sin importar la edad, es un derecho fundamental que transforma la vida personal y social. En Esquel, esta máxima es el motor diario del Programa de Alfabetización de Adultos de la Municipalidad (PAM), una iniciativa desarrollada dentro de la Dirección de Educación.
Al frente del programa se encuentra Ayelén Alarcón, quien, con una profunda vocación heredada de sus años como voluntaria desde 2003 (cuando existían los Jóvenes Alfabetizadores Voluntarios - JAB), hoy lidera un equipo comprometido con la dignidad de las personas, que van desde los 20 hasta los 80 o 90 años.
Ayelén Alarcón es coordinadora del Programa de Alfabetización Municipal (PAM).
Más allá de la lectura y escritura
Para Ayelén Alarcón, el rol del alfabetizador trasciende el simple acto de enseñar a leer, escribir o realizar cálculos. Se trata de un compromiso social y personal que busca empoderar a los individuos.
“Cuando llegamos a las sedes, nos encontramos con personas que necesitan más motivación, que necesitan ampliar sus miradas, que tengan una mirada crítica,” explica Alarcón. El programa se enfoca en que los adultos logren la confianza en sí mismos, superando la vergüenza que a menudo sienten al no poder llenar una planilla en un banco o en ANSES.
Esta labor genera un impacto transformador. Al brindar confianza y herramientas, el PAM contribuye a la inclusión, la autonomía y el desarrollo de los individuos, fortaleciendo el tejido social y reduciendo la exclusión y la desigualdad. La educación permite formar ciudadanos más conscientes y críticos, capaces de ejercer su participación política y exigir sus derechos.
Logros que inspiran empoderamiento
El programa ha logrado una significativa articulación con escuelas de adultos, y muchas veces funciona como clases de apoyo. El objetivo central es que el adulto pueda terminar la primaria e incluso la secundaria, un logro que ya han alcanzado varios participantes.
Los materiales se elaboran a partir de la guía de Nación y se adaptan a las necesidades básicas y los intereses de los alumnos. Actualmente, cuentan con la valiosa colaboración de docentes jubiladas voluntarias, quienes desean aportar “un granito a la comunidad”.
Uno de los mayores indicadores de éxito es la emoción de la autonomía. La coordinadora relata la inmensa felicidad que sienten cuando las personas logran por primera vez leer una palabra, identificar el sonido de una letra, o resolver trámites cotidianos, como sacar un turno o identificar letras en el cajero.
Ayelén destaca que los adultos sienten una inmensa felicidad cuando logran por primera vez leer una palabra o reconocer el sonido de una letra.
Un caso particularmente sensible es el de la licencia de conducir. El programa prepara a adultos que, al ir a renovar su licencia, descubren que se les puede retirar automáticamente si no saben leer o escribir. Dado que muchos trabajan en el campo, la licencia es vital para su sustento. La posibilidad de acompañarlos, preparar el examen, y verlos renovar o sacar su licencia es considerado un logro importantísimo para todo el equipo de alfabetizadores.
Además de la alfabetización tradicional, el programa ha avanzado con éxito en la alfabetización digital, en colaboración con el Punto Digital. Aquí se trabajan trámites online, el uso del banco, y la solicitud de turnos en clínicas o Prosate. Incluso en el uso de herramientas como WhatsApp, si bien algunos no pueden escribir, se les enseña a manejarse con audios.
Un mensaje de voluntad
Ayelén asegura que la enseñanza es mutua. Ella y los voluntarios aprenden de la voluntad inquebrantable de los adultos, que hacen un esfuerzo enorme por asistir a pesar del cansancio o la edad, demostrando que nunca es tarde para aprender.
Algunos alfabetizadores y adultos celebrando el día de la alfabetización en 2025.
Recordando una anécdota con una alumna que sabía tejer, la coordinadora subraya: “Todos sabemos un montón, todos somos analfabetos en algo”.
El mensaje final es una invitación y una esperanza: “Jamás, jamás es tarde para poder terminar los estudios”. La coordinadora impulsa a todos los adultos que necesiten ayuda con tareas, el uso del teléfono, o cualquier trámite, a acercarse a los espacios de alfabetización, donde serán acompañados por jóvenes y adultos voluntarios.
Para consultas, participación o información sobre los espacios de alfabetización de adultos en Esquel, puede comunicarse con Ayelén Alarcón al siguiente número telefónico: (2945)-509753. También se puede obtener datos a través de la cartelera oficial del Programa de Apoyo a la Educación Municipal.
Cartelera de Programa de Apoyo a la Educación Municipal.