Más que un trabajo, un agente de conservación
El Guardaparque Nacional es el protagonista fundamental de la misión de la APN. Su labor trasciende la de un mero empleo; es una forma de vida que requiere una profunda vocación de servicio, un amor incondicional por la naturaleza y la capacidad de vivir en entornos a menudo remotos y exigentes.
La ley los define como el servicio auxiliar dependiente de la APN, a cargo de ejercer las funciones de policía administrativa dentro de las áreas protegidas. Su rol es integral y esencial:
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Custodia y Vigilancia: Son los encargados de proteger y conservar los ecosistemas contra amenazas como la caza y la pesca furtiva, la tala ilegal y los incendios forestales.
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Educación Ambiental: Actúan como extensionistas y educadores, interactuando con visitantes y comunidades para promover el conocimiento, el respeto y el turismo responsable.
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Gestión Operativa: Son responsables de las actividades de campo que aseguran el correcto funcionamiento del área, desde el mantenimiento de senderos hasta la atención al visitante y el auxilio en emergencias.
El Guardaparque es el custodio de la biodiversidad y el enlace entre la institución, la naturaleza y la comunidad. Su presencia constante en el terreno garantiza que las extraordinarias bellezas y la riqueza de flora y fauna se conserven "para investigaciones científicas, con motivos de educación y para el goce de las generaciones presentes y futuras".
En su día, se celebra y agradece a estas personas que son los guardianes in situ de la naturaleza argentina.