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09 de Octubre de 2025
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La Catedral Sagrado Corazón de Jesús: un símbolo histórico de fe salesiana

De capilla simple a parroquia central; hoy el templo es un punto de encuentro para la comunidad esquelense.

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El imponente edificio de piedra que se alza en la intersección de Chacabuco y Roca no es solo un hito urbano, sino un símbolo de identidad y un refugio espiritual que ha sido testigo de casi un siglo de historia en Esquel. Esta estructura, que hoy habita junto a la vida escolar del Colegio Salesiano, alberga la memoria de la primera capilla y templo católico de la ciudad, un espacio fundamental donde la comunidad se unió para compartir su fe, esperanza y desafíos durante décadas.

 

 

En Chacabuco y Roca: la primera capilla y templo católico de la ciudad-. (Archivo Histórico Municipal)

 

 

Las raíces de un sueño                                                                                  

 

La historia de este templo se remonta a las primeras décadas del siglo XX, cuando Esquel iniciaba su crecimiento y la comunidad católica carecía de un lugar propio para el culto. El impulso inicial provino del espíritu misionero de varios sacerdotes salesianos, entre ellos los padres Francisco Vidal y Luis Marchiori, y el influyente padre Juan Muzio, conocido como el “apóstol del Chubut”. Fue el padre Muzio quien concibió la idea de legar a Esquel no solo un templo, sino también una escuela, creyendo firmemente que la fe y la educación debían “caminar juntas”.

 

En 1927, el padre Muzio organizó una comisión de damas, presidida por María Corradi de Paggi, para iniciar la recaudación de fondos. El fervor de los primeros pobladores se plasmó en colectas, rifas y donaciones, un esfuerzo que quedó retratado en recortes del Diario Esquel de 1928.

 

 

La primera capilla

 

La voluntad de la comunidad se materializó cuando el padre Muzio regresó en 1930. La primera piedra de la futura capilla se colocó el 19 de marzo de 1932, en un terreno cedido por el municipio.

 

 

El proceso de construcción se destacó por su esfuerzo colectivo y ejemplar. La ayuda llegó desde Rawson y Puerto Madryn con muebles, imágenes y objetos litúrgicos. De manera conmovedora, vecinos de otras religiones también ofrecieron su apoyo.

 

 

La capilla original fue terminada en 1935. De líneas simples y sólidas, medía 24 metros de largo por 6.5 de ancho y 6 de alto. En su altar, destacaba un cuadro del Sagrado Corazón, obsequio de Don Bosco para la Patagonia.

 

 

El corazón espiritual de Esquel

 

 

Durante sus primeros años, el templo funcionó con misioneros que viajaban desde Trelew, incluso utilizando un peculiar “auto-capilla”, una furgoneta adaptada como iglesia ambulante.

 

Los primeros párrocos viajaban desde Trelew utilizando una “iglesia ambulante”. (Archivo Histórico Municipal)

 

 

Un hito crucial se alcanzó en 1938 con la creación oficial de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Esquel, la cual abarcaba gran parte del oeste chubutense. En 1940, el salesiano José Fogliotti se convirtió en su primer párroco estable.

 

 

A partir de entonces, la capilla se consolidó como el centro espiritual de la vida esquelense. Fue, durante décadas, el punto de encuentro donde se celebraban sacramentos -misas, bautismos, comuniones y casamientos- y donde la fe se volvió comunidad y la palabra se transformó en gesto solidario.

 

 

El nuevo templo

 

El rápido crecimiento del pueblo pronto superó la capacidad de la capilla original. En homenaje al soñador inicial, en 1954 se colocó la piedra fundamental de un nuevo templo, que llevaría el nombre del padre Juan Muzio.

 

Las obras fueron lentas, desafiadas por el clima patagónico y la escasez de recursos, pero la perseverancia de los fieles fue inquebrantable. Se recibieron donaciones desde Buenos Aires y se sumaron manos jóvenes, incluyendo muchas de familias italianas. Trabajadores como Ubaldo Ongarato -quien luego sería intendente-, junto a los obreros Burelli y Toppazzini, levantaron los muros de piedra que hoy definen su silueta.

 

Finalmente, la nueva Iglesia del Sagrado Corazón fue inaugurada en 1965. Con sus imponentes arcos y majestuosa presencia, su campanario se convirtió en el edificio más alto de Esquel y en un símbolo de la fe profundamente arraigada.

 

 

La catedral sobre calle Chacabuco. Al fondo se observa la edificación de la primera capilla. (Archivo Histórico Municipal)

 

 

 

La capilla y la iglesia del Sagrado Corazón son más que un simple conjunto de edificio,  son un testimonio vivo de la solidaridad y el esfuerzo comunitario. Estos muros no solo guardan la historia de la fe salesiana, sino la historia misma del pueblo de Esquel, escrita con el corazón de su propia gente.

 

 

Lic. Maira Flores

 

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