Con un jurado ya conformado y las instrucciones iniciales dadas, comenzó formalmente el juicio por jurados por el homicidio de José Marcelo Colemil, el joven de 25 años asesinado a balazos en agosto de 2024 en el Barrio Baden I de Esquel. En una primera jornada el fiscal Fidel González presentó su caso ante los ciudadanos elegidos para juzgar, centrándose en una idea principal: “Una bala, nunca es la solución”. Por su parte la defensa sostiene que el imputado actuó en legítima defensa.
González agradeció la presencia de los jurados, destacando su rol esencial como representantes del pueblo para "hacer justicia". La acusación es directa: Kevin Darian Ledesma, alias "El Porteño", de 38 años, actuó sobre seguro al usar un arma de fuego para matar a Colemil, quién se encontraba desarmado.
"Quien mata usando un arma de fuego comete un homicidio agravado justamente por el gran poder letal que da el uso de un arma, es un plus, una ventaja", argumentó el fiscal.
Un problema vecinal que terminó con una muerte
El fiscal relató que la noche del 17 de agosto de 2024, Marcelo Colemil y su pareja cenaron en casa de una vecina. A la medianoche la pareja regresó a su domicilio en su auto. Al llegar, encontraron que otro vehículo estaba estacionado en su entrada, impidiéndoles el paso. Cansado de esta situación (que, según la Fiscalía, era frecuente por visitas a la casa de Ledesma), Colemil se dirigió al domicilio de su vecino para reclamar. Fue en ese momento que Ledesma disparó su arma, al menos una vez, contra el joven. El proyectil impactó en el cuello de Colemil, con una trayectoria descendente, y salió por su espalda. Esta herida fue "devastadora" y le provocó un shock hipovolémico (una hemorragia masiva), causándole la muerte.
La prueba
La Fiscalía hizo hincapié en que la palabra de los abogados no es prueba, pero sí lo será la evidencia que se presentará en la sala. La acusación prometió demostrar su historia, "pieza por pieza, como si fuera un rompecabezas", a través de testigos presenciales y prueba científica.
El fiscal hizo una salvedad importante sobre la diferencia entre los testigos y el acusado: "Todos los testigos que trae la Fiscalía prestan un juramento y aquel que no dice la verdad, comete un delito de falso testimonio... El imputado, en su derecho de defensa, puede hasta mentir".
La Fiscalía admitió que, si bien el arma de fuego nunca apareció, el propio Ledesma y su abogado defensor, el Dr. López, "reconocen que mató de un disparo... pero que lo hizo justificadamente o en legítima defensa". La acusación prometió demostrar que este argumento "no es correcto".
La petición final
Para concluir, la Fiscalía pidió a los miembros del jurado prestar mucha atención a todo lo que suceda, recordando que hay "una familia pidiendo justicia, una familia destruida por la acción del acusado".
"La prueba será clara y suficiente. Por esta razón, les pediremos que, en nombre del pueblo, declaren a Kevin Darian Ledesma culpable de quitarle la vida a José Marcelo Colemil", finalizó el fiscal.
“Actuó en legítima defensa" dijo el defensor
Tras la fuerte acusación de la Fiscalía, fue el turno de la Defensa particular de presentar su versión de los hechos, buscando convencer al jurado de que el acto de Kevin Darian Ledesma fue justificado.
El abogado defensor no discutió el hecho central: su defendido es la persona que disparó y mató a José Marcelo Colemil. Sin embargo, la Defensa procurará probar que este acto fue una acción de legítima defensa. Sostuvo que el imputado estaba esa noche en su casa con su pareja y un amigo, que celebraban que su pareja estaba embarazada. Añadió que se dirá en el juicio que su defendido vendía droga en el barrio, que tenía antecedentes penales, que era agresivo…. Pero que ninguna de esas cuestiones tiene que afectar la decisión porque solo deben considerar lo sucedido esa noche.
La teoría de la Defensa es que Ledesma, sintiéndose acorralado y temiendo por su vida y la de su familia (incluida su pareja embarazada), se defendió disparando desde el interior de su propia vivienda.