El Tribunal Supremo de Brasil dio por finalizado el proceso judicial contra Jair Bolsonaro y dejó firme su condena a 27 años de prisión por intentar revertir el resultado electoral de 2022, tras su derrota frente a Luiz Inácio Lula da Silva. La defensa renunció a presentar nuevas apelaciones, lo que cerró definitivamente la causa.
Bolsonaro había pasado los primeros 100 días de condena en arresto domiciliario, pero seguirá preso luego de que intentara manipular la tobillera electrónica que controlaba sus movimientos, lo que llevó al juez Alexandre de Moraes a confirmar la prisión preventiva por riesgo de fuga. El expresidente aseguró que actuó bajo “paranoia y alucinaciones” provocadas por psicofármacos.
Todavía no se definió dónde cumplirá la pena, aunque su posible destino es una sala de la Policía Federal o una celda especial en el Complejo Penitenciario de Papuda, en Brasilia.
En paralelo, Bolsonaro busca apoyo político para que el Congreso vote una amnistía que beneficie a los condenados por acciones golpistas, incluido él mismo. La propuesta fue presentada por el Partido Liberal, pero aún no fue tratada.
R.G.