El talento y la dedicación de Luca De Leonardis, estudiante de la Escuela Politécnica N° 701 de Esquel, lo llevaron a obtener el primer premio a nivel nacional en las Olimpiadas Secundarias de Física, cuya instancia final se desarrolló en Córdoba entre el 27 y el 31 de octubre. El logro se dio en el Nivel 2, la categoría de mayor complejidad de la competencia.
Luca llegó a esta instancia luego de un proceso de preparación que comenzó el año pasado, cuando participó por primera vez en la competencia en Nivel 1, también con excelentes resultados. Este año decidió redoblar el desafío y, con esfuerzo sostenido, alcanzó nuevamente el máximo reconocimiento.
El acompañamiento del profesor Carlos Mänz, docente de Física, fue clave en el camino. “Todo empezó cuando fui tutor en cuarto año, durante un período en el que no había profesor. A Luca cada vez le interesaba más la materia, y cuando llegó a quinto me invitó a sumarme a preparar las Olimpiadas”, recordó el docente. Desde entonces comenzaron a reunirse fuera del horario escolar, incluso durante las vacaciones, para resolver ejercicios, practicar laboratorio y profundizar contenidos.
En la instancia local —que incluye un examen teórico y otro de laboratorio— Luca fue el único en alcanzar el puntaje necesario para competir a nivel nacional, representando a la Politécnica junto con estudiantes de la Fundación Educativa Esquel. Para financiar el viaje a Córdoba, él y su profesor realizaron ventas de empanadas, mientras que la cooperadora escolar aportó recursos para completar los costos.
Ya en la instancia nacional, Luca se enfrentó a una de las ediciones más exigentes de los últimos años. “Fue un examen sumamente complejo, tanto en lo práctico como en lo teórico. Incluso para los docentes corregirlo fue un desafío”, destacó Mänz. Aun así, Luca obtuvo un desempeño sobresaliente que lo consagró como el mejor del país en su nivel.
La experiencia, cuenta Luca, fue transformadora: “Conocí gente muy capaz, con muchos proyectos. Eso te inspira. Me dieron más ganas de seguir estudiando esto, de comunicar lo que hago y de motivar a otros chicos a participar, sea en física o en lo que les apasione”.
Además de la competencia, los participantes asistieron a charlas sobre física, astronomía e inteligencia artificial, y tuvieron la posibilidad de interactuar con científicos de la Universidad Nacional de Córdoba, lo que abrió nuevas perspectivas vocacionales para el joven esquelense.
De cara al futuro, tanto Luca como el profesor Mänz sueñan con fortalecer la participación local en las Olimpiadas, promoviendo un espacio de preparación estable y abierto a más estudiantes y docentes de la región.
El primer premio obtenido por Luca no solo reconoce su talento y perseverancia, sino que también pone en valor el trabajo educativo colaborativo y el compromiso que existe en las escuelas públicas de la zona.