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20 de Diciembre de 2025
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Solidaridad que transforma

En el Día de la Solidaridad Humana, Cáritas Esquel visibiliza gestos solidarios que fortalecen la comunidad.

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En el marco del Día Internacional de la Solidaridad Humana, la labor silenciosa pero fundamental de Cáritas en Esquel y su Prelatura se erige como un faro de esperanza y un testimonio vivo del compromiso comunitario. Las directoras de la organización, Mariela Ortiz y Sonia Correa, revelan el profundo significado de su misión y el impacto transformador de la empatía diaria.

 

Mariela Ortiz (izquierda) y Sonia Correa (derecha) colaboran en Cáritas Esquel desde hace 20 años.

 

Mariela Ortiz, directora de Cáritas de la Parroquia Sagrada Familia de Esquel, y Sonia Correa, directora de Cáritas de la Prelatura de Esquel (cuya jurisdicción se extiende desde Lago Puelo hasta Los Altares, abarcando incluso Gobernador Costa y José de San Martín), coinciden en que la solidaridad es el motor que las impulsa a “acompañar a las familias, ayudar a los que más necesitan”.

 

Para Cáritas, esta labor es entendida como una misión esencial de la Iglesia Católica. “Decimos que somos todos hermanos en este mundo. Y si vos ves que tu hermano está pasándola mal, no vas a estar bien vos”, reflexiona Sonia Correa, destacando que su trabajo nace de un “vínculo de hermandad”. A pesar de que muchas veces lo que se hace es visto como “una gota en el océano, intentamos transformar un poquitito esa realidad cotidiana”.

 

El acompañamiento integral 

 

El trabajo de Cáritas se centra en asistir a aquellos que, según describe Mariela Ortiz, quedan “descartados del Estado”. En la Parroquia Sagrada Familia, actualmente se asiste a cerca de 95 a 98 familias, número que ha crecido recientemente debido a la pérdida de empleos.

 

La ayuda ofrecida es mucho más que la entrega de ropa o alimentos. Va de la mano de la “escucha”, el acompañamiento en la gestión de trámites y la orientación para que las personas puedan “salir adelante por sus propios medios”.

 

Entre las principales acciones y asistencia, se encuentran:

 

• Talleres de capacitación: Incluyendo costura (muchas veces basada en reciclado), cocina, peluquería y uñas (con potencial salida laboral).

 

• Clases de Apoyo: Para estudiantes de primaria y secundaria, facilitadas por becarios universitarios y terciarios que donan dos horas de su tiempo como contraprestación a la ayuda recibida.

 

• Dormis solidarios: Contenedores adecuados como pequeños departamentos para albergar a familias del interior que viajan para estudios médicos, o familiares de internos de la unidad regional.

 

La ayuda ofrecida va de la mano de la “escucha” y el acompañamiento personal.

 

 

Entre las necesidades más urgentes se destaca la falta de alimentos y el aumento de la violencia intrafamiliar -incluyendo violencia de género-, un fenómeno que se percibe agravado por la falta de trabajo. Asimismo, subsisten graves problemas estructurales relacionados con la necesidad de vivienda digna y el acceso a servicios básicos en los barrios altos.

 

El voluntariado de tiempo y corazón

 

El funcionamiento de Cáritas se sostiene gracias a la entrega de un pequeño grupo de voluntarios fijos (alrededor de cinco o seis en la parroquia). Sonia Correa enfatiza que el voluntariado es “la base fundamental de esta organización”, ya que sin las personas que están “todos los días en terreno, no podría existir”.

 

Los voluntarios entregan su tiempo, que es lo más valioso que tienen. Si bien el trabajo incluye horas de rendiciones económicas, búsqueda de convenios e informes administrativos, las recompensas son invaluables.

 

Correa enfatiza que el voluntariado es “la base fundamental de esta organización”.

 

Mariela Ortiz describe el profundo impacto emocional que esta labor les deja: “son todos caricias en el alma”. El agradecimiento se manifiesta en gestos sencillos como una planta a fin de año o el saludo de un niño en la calle. Una de las anécdotas más significativas para las voluntarias fue una nota bajo la puerta que decía: “Gracias Cáritas, hoy mi hijo es enfermero”. Esto, afirman, demuestra que “vale la pena sentarte 40 horas en una computadora”.

 

A pesar de las dificultades, Esquel se destaca por su espíritu solidario. “Esquel es solidario por naturaleza”. La gente colabora fervientemente en las campañas, demostrando que “no hay credo, no hay religión, no hay color político” cuando se trata de ayudar.

 

Te invito a participar

 

En este Día Internacional de la Solidaridad, las directoras extienden una invitación a la comunidad, especialmente a los jóvenes, para sumarse.

 

“Yo les diría que se animen, que vengan, que prueben”, exhorta Mariela Ortiz, aclarando que la labor no se limita a “doblar ropa y limpiar pisos”, sino que abarca una amplia gama de actividades.

 

Sonia Correa subraya la necesidad de abrir espacios para la participación juvenil, reconociendo que los más jóvenes tienen una “creatividad que nosotros se nos está gastando” y una alegría que resulta contagiosa.

 

“Entregar un poquitito de tiempo puede transformar, aunque no lo quieran creer, un momento en la vida de una persona. Y eso es sumamente importante”. En un mundo con tantas oscuridades, la solidaridad es el medio para “dar un poquito de luz en alguna oscuridad que estamos pasando”. Cáritas sigue siendo la prueba fehaciente de que la acción colectiva y el acompañamiento constante son la verdadera medida de la hermandad humana.

 

 

Lic. Maira Flores.

 

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