El barrio Malvinas de Esquel celebra una noticia que trae "nostalgia" y "recuerdos": la reapertura de "El Porvenir", el conocido local comercial que estuvo cerrado por más de una década, entre 11 y 12 años. El negocio, que históricamente funcionó por 18 años, retoma sus actividades con su nombre original y será atendido por sus dueños, Laura Guzmán y su compañero Mario Adolfo Pérez, "los de siempre".
Su ubicación sigue siendo la misma: enfrente de Gendarmería, un punto que se convirtió en una referencia icónica para la clientela local.
Laura Guzmán, quien se identifica como vecina del barrio Malvinas de toda la vida, compartió la alegría por el regreso: "Estamos contentos, gracias a Dios, de poder volver. Gracias a Dios de estar de pie, de tener salud y de tener las ganas y las fuerzas. A pesar de todo y de las tormentas, Dios nunca nos ha abandonado y acá estamos".
De artículos de limpieza a retomar el rubro fiambrería y carnicería
Laura explicó que, al principio, su intención era retomar el local con el rubro de artículos de limpieza y bazar, que manejaban el anterior local. Sin embargo, el pedido constante de los clientes y el deseo de volver a las raíces definieron el camino: "No era el momento todavía de fiambrería y heladeras, pero la verdad que se extrañaba y que la gente me lo pedía".
La historia de "El Porvenir" comenzó con la carnicería gracias a los conocimientos de su compañero, el carnicero. Laura relata que empezaron "de a poquito y de abajo", sin capital inicial, con la confianza de la gente. A lo largo del tiempo, el negocio fue creciendo por pedido de los clientes: de ser solo carnicería, se agregó verdulería y, en el año 1998, se amplió el local para incluir góndolas con mercadería.
El significado de "El Porvenir": Pasión y legado
Para Laura Guzmán, "El Porvenir" significa "un montón". Ella tenía solo 19 o 20 años cuando abrieron, y el local se convirtió en el centro de su vida: "De acá salió todo, de acá todo. Acá crié a mis hijos, acá todo. Así que para mí El Porvenir tiene mucho recuerdo, mucha nostalgia, mucho cariño".
El nombre, "El Porvenir", fue una idea espontánea de su compañero, Mario. La dueña enfatizó su pasión por el trabajo: "A mí me encanta la atención al público y es lo que sé hacer, es lo que me gusta".
Un aspecto que regocija a Laura es el legado de su negocio: su compañero enseñó a otras personas y a otros carniceros, "que algunos de ellos tienen hoy su carnicería". La gratitud se extiende a la gente que formó parte del crecimiento de "El Porvenir", incluyendo a Raúl, Cristina, Jorge y su hermano César, a quienes describe como parte de su familia.
La reapertura será gradual y familiar: "la idea es por ahí ir haciéndolo un poquito más moderno. Pero como lo hacemos nosotros, como nuestra manera, es de a poco. A medida que la vaca de leche, como digo yo, lo vamos haciendo de a poco, tranquilo. Ya no están los apuros de antes".
T.B