Con la llegada de la Navidad, millones de personas en todo el planeta se preparan para celebrar una de las fechas más esperadas del año. Sin embargo, el inicio del 25 de diciembre no ocurre de manera simultánea en todo el mundo: los husos horarios hacen que la festividad comience antes en algunos lugares y muchas horas después en otros, dando lugar a celebraciones diversas y singulares.
Desde pequeños archipiélagos del Pacífico hasta grandes territorios continentales, los primeros y los últimos en recibir la Navidad reflejan la enorme variedad cultural con la que se vive esta fecha alrededor del globo.
Los últimos en recibir la Navidad
Entre los últimos lugares del mundo en darle la bienvenida a la Navidad se encuentran Hawaii y las islas Howland y Baker, territorios de Estados Unidos ubicados en el Pacífico central. Estas regiones reciben el 25 de diciembre casi 22 horas después que los primeros países en celebrarlo.
Los primeros en celebrar
En el otro extremo del planeta, el primer país en recibir la Navidad es Kiribati, un archipiélago formado por 33 islas situado al noreste de Australia. Su ubicación, justo al este de la línea internacional de cambio de fecha, lo convierte en el primer lugar del mundo en iniciar los festejos. Allí, las familias suelen reunirse para compartir cenas a base de pescado, bananas y frutas tropicales, en celebraciones que se desarrollan bajo el cielo del Pacífico.
Otros países cercanos a esa línea también se encuentran entre los primeros en celebrar. En Nueva Zelanda, la Navidad coincide con el verano y se vive con picnics y asados al aire libre, además de decoraciones con flores locales. Australia comparte este espíritu veraniego, con reuniones en la playa, mariscos y actividades recreativas como partidos de cricket. En tanto, Fiyi celebra la fecha con un fuerte sentido religioso y comunitario, combinando misas y procesiones con comidas familiares típicas.
Así, mientras la Navidad avanza de este a oeste, cada rincón del mundo la recibe a su manera, mostrando que, aunque la fecha sea la misma, las formas de celebrarla son tan diversas como las culturas que la festejan.
R.G.