La llegada de la Navidad encontró a los científicos del Schmidt Ocean Institute (SOI) y del CONICET desarrollando su labor de investigación en la expedición “Vida en los extremos”, la tercera en los últimos meses.
La misión, con cámaras a más de 1000 metros de profundidad, había comenzado ayer a las 16.30 y prosiguió por 8 horas, por lo cual encontró a los investigadores trabajando y festejando la llegada de la Navidad.
Mientras el ROV SuBastian —un robot de operación remota capaz de alcanzar los 4.500 metros— estaba a casi un kilómetro de profundidad, cerca de 30 científicos vestidos con gorros de Papá Noel se encontraban a bordo del buque R/V Falkor (too).
A la medianoche, brindaron delante de cámara y saludaban a la audiencia que también los seguía en vivo y les escribía por el chat abierto.
Después del clásico saludo de “Feliz Navidad”, una de las científicas lanzó a cámara: “Bueno, ahora a trabajar”, lo que provocó la risa general en el barco. En los siguientes minutos, el robot maniobró su brazo robótico en las profundidades para colocar en medio de un grupo de anémonas y plantas subacuáticas una bandera alusiva a los festejos, lo que provocó el aplauso generalizado de los expertos.
La misión científica “Vida en los extremos” se desarrolla entre el 14 de diciembre y el 10 de enero de 2026, a lo largo de una travesía que une el puerto de Buenos Aires con la ciudad de Puerto Madryn.
A bordo del buque Falkor (too), del Schmidt Ocean Institute, el equipo recorre la Cuenca de Malvinas y la Cuenca del Salado para investigar ecosistemas de gran profundidad que rara vez han sido observados en vivo.
SL