El mundo del espectáculo y la cultura europea están de luto. Este domingo 28 de diciembre se confirmó el fallecimiento de Brigitte Bardot, la legendaria actriz francesa que marcó a fuego el siglo XX, convirtiéndose en el máximo sex symbol de su generación y en una figura clave de la liberación femenina. Tenía 91 años.
La noticia fue comunicada por su círculo íntimo y confirmada por la fundación que lleva su nombre, la cual presidía desde su retiro de la industria cinematográfica. Según trascendió, la estrella se apagó pacíficamente en "La Madrague", su emblemática propiedad en la Costa Azul, donde vivía rodeada de los animales a los que dedicó las últimas décadas de su vida.
Nacida en París en 1934, Bardot no fue solo una actriz; fue un fenómeno social. Su irrupción en el cine, especialmente con la película "...Y Dios creó a la mujer" (1956) de Roger Vadim, desafió los códigos morales de la posguerra. Con su cabello rubio despeinado, su estilo desenfadado y una mezcla única de inocencia y provocación, "B.B." encarnó una nueva forma de feminidad que cautivó a audiencias globales.
Trabajó con gigantes de la dirección como Jean-Luc Godard (El desprecio) y Henri-Georges Clouzot (La verdad), demostrando que detrás de su imagen de ícono erótico había una intérprete con matices y profundidad.
En 1973, en la cúspide de su fama y con apenas 39 años, Bardot tomó una decisión que sorprendió al mundo: se retiró definitivamente de los sets de filmación. "Di mi juventud y mi belleza a los hombres; ahora doy mi sabiduría y mi experiencia a los animales", declaró en su momento.
Desde entonces, se convirtió en una activista férrea, denunciando la caza de focas, el uso de pieles y el maltrato animal, a menudo con declaraciones polémicas pero con una coherencia inquebrantable que mantuvo hasta sus últimos días.
Brigitte Bardot deja una huella imborrable. Fue la musa de artistas, inspiró la figura de "Marianne" (el símbolo nacional de la República Francesa) y transformó Saint-Tropez de un pueblo de pescadores en un destino de lujo internacional. Su partida cierra un capítulo dorado de la historia del cine, pero su influencia perdura en la cultura popular y en la lucha proteccionista que lideró con pasión.
E.B.W.