Un exhaustivo relevamiento realizado por la Sedronar (Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina) ha encendido las alarmas en el sector educativo y sanitario. Según los resultados del informe elaborado por el Observatorio Argentino de Drogas, el consumo de marihuana entre estudiantes secundarios alcanzó el 17%, marcando un aumento de diez puntos porcentuales en comparación con los datos registrados hace once años.
El estudio, que contó con la participación de más de 117.000 jóvenes de 1.085 establecimientos públicos y privados de casi todo el país, refleja una tendencia preocupante: mientras el consumo de tabaco desciende gracias a la condena social y las restricciones, la marihuana gana terreno bajo una percepción de mayor permisividad.
Los datos geográficos arrojan resultados llamativos. A pesar de la distancia con las zonas de producción, las provincias de la Patagonia lideran las estadísticas de consumo. Tierra del Fuego registra un 27%, seguida por Chubut con un 25,6%, cifra que en este último caso se complementa con un índice de consumo de cocaína que duplica la media nacional.
Especialistas vinculan este fenómeno con la "fidelización" de nuevos usuarios por parte del narcotráfico y una interpretación laxa de fallos judiciales sobre la tenencia para consumo personal. Además, el informe destaca la vulnerabilidad de los ingresos al sistema escolar: el 8,7% de los alumnos de apenas 14 años ya reconoce haber fumado marihuana, lo que sugiere que el contacto con las sustancias ilegales podría estar iniciándose incluso durante la etapa primaria.
Ante esta "fotografía" de la realidad juvenil, el informe subraya la necesidad urgente de retomar políticas públicas de prevención y educación disuasiva, tal como exhortan los especialistas para frenar un mercado ilegal que parece no tener techo.
E.B.W.