Un jurado popular declaró culpables a Daniel Napal y Carlos Peinipil por el delito de homicidio agravado. Ambos enfrentan la pena de prisión perpetua, de acuerdo al Código Penal, que contempla una pena máxima por estos tipos de homicidios.
Las sentencias recayeron sobre Napal, acusado de homicidio agravado transversal, y Peinipil, condenado por homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria.
Daniel Napal: Homicidio transversal y violencia de género
Napal fue hallado culpable de la muerte de José Crettón, aunque su motivación no fue simplemente acabar con la vida de una persona. Según la sentencia, Napal no solo buscó matar, sino también causar sufrimiento y dolor a su ex pareja. Se trató de un homicidio transversal, una modalidad en la que el autor utiliza a una víctima inocente como medio para infligir el máximo sufrimiento a otra persona, generalmente en un contexto de violencia de género.
El fallo judicial explica que el homicidio transversal implica una actitud vengativa, donde la víctima, José Crettón, se convirtió en un instrumento para que Napal pudiera afectar emocionalmente a su expareja. “El autor dirige su acción contra un tercero inocente, con el propósito de afectar emocionalmente a la otra persona”, cita la sentencia. En este tipo de homicidio, la víctima inocente pierde su vida por una disputa ajena a ella, y el agresor busca infligir el mayor dolor posible a su pareja o expareja.
El juez Jorge Novarino destacó que este tipo de crímenes está relacionado directamente con la dinámica de una relación de pareja, ya sea actual o pasada, y subrayó la importancia de reconocer este contexto de violencia de género. En este contexto, el maltrato hacia la mujer es un patrón constante de control y agresión, que puede ser físico, sexual, psicológico, verbal o económico. Muchas veces, las mujeres permanecen en estas relaciones a pesar de las agresiones repetidas debido a las consecuencias psicológicas del maltrato, lo que genera un círculo vicioso de abuso.
Carlos Peinipil: Matar por dinero
En el caso de Carlos Peinipil, el delito de homicidio fue agravado por precio o promesa remuneratoria, lo que significa que el motivo del crimen fue un interés económico. Peinipil actuó movido por la promesa de un pago, lo que lo llevó a asesinar a José Crettón sin ningún interés personal o relación con la víctima. La sentencia señaló que el crimen fue cometido por un interés material, lo que lo hizo aún más reprochable desde el punto de vista del derecho penal.
El concepto de matar por plata es uno de los agravantes más severos, ya que transforma el crimen en un acto de ambición económica que supera la valoración de la vida humana. De acuerdo con los fiscales, Peinipil actuó bajo la premisa de obtener una ganancia material, sin considerar el valor de la vida de la víctima.
El impacto de la violencia de género en el Derecho Penal
Las pruebas presentadas durante el juicio confirmaron que la relación entre Napal y su ex pareja estuvo marcada por episodios de maltrato, y que la víctima José Crettón fue utilizada como un instrumento de venganza en un contexto de abuso emocional y físico.
El fallo resalta la necesidad de reconocer la violencia de género como un factor determinante en la comisión de crímenes, y cómo estos factores afectan tanto a las víctimas directas como a las personas inocentes involucradas.
O.P