Un caso insólito se dio en la justicia de Familia de Neuquén. La expareja de un juez en funciones lo denunció por no realizar los aportes de cuota alimentaria por los hijos que tienen en común y tendrá que ir a un juicio para presentar su reclamo. También aseguró que el magistrado se quedó con los bienes que tenían mientras duró la relación, por lo que quedó en una situación de “vulnerabilidad”.
En una instancia de mediación, el hombre de leyes rechazó las imputaciones, sostuvo que no tenía el dinero que le estaban pidiendo y que irían a juicio. La sospecha de la ex, es que pueda imponer sus influencias como integrante de la magistratura sobre los responsables de decidir esa situación.
La pareja se había separado en 2017; tuvo una especie de “reconciliación” en 2019 pero la experiencia no funcionó y tres años después, en 2022, llegó el divorcio definitivo. Cuando la mujer pidió que se restituyera el acuerdo inicial, la jueza de Familia Adriana Luna decidió que se debía buscar un nuevo acuerdo porque la situación original había cambiado.
Es que el hijo mayor se había mudado con su padre y con la madre quedaba el hijo más chico. “Hoy tengo que pedir ayuda para poder pagar el alquiler de la vivienda donde vivimos porque tras la separación que quedé en una situación de vulnerabilidad”, denunció la mujer.
Y precisó que en la separación, su expareja “se quedó con absolutamente todo y yo quedé en una desventaja económica bastante importante”. Otra de las situaciones adversas que debe afrontar es la disparidad de poder que tienen ambos: la mujer, litigante; y el padre de sus hijos, integrante del sistema judicial de la misma provincia y con posibilidad de influir sobre el resto.