En una medida que busca revertir la caída en las ventas del sector, la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) anunció que el Día del Niño se celebrará este año el domingo 10 de agosto, retomando así su fecha histórica tras más de una década.
Desde 2013, el festejo se había trasladado al tercer domingo del mes para evitar la superposición con las elecciones primarias (PASO). Sin embargo, la suspensión de las PASO en el calendario 2025 abrió la posibilidad de regresar al segundo domingo de agosto, una fecha que el sector considera más favorable para el consumo.
Según explicó la CAIJ, el cambio responde a una estrategia comercial: ubicarse más cerca del cobro de sueldos y evitar la coincidencia con feriados o fines de semana largos, que muchas veces desvían el gasto familiar hacia actividades turísticas. “Al tercer domingo la gente llega sin un mango”, resumieron desde la entidad.
El sector juguetero atraviesa una crisis marcada por la caída sostenida en las ventas. En mayo, la baja interanual fue del 15% en unidades, tendencia que ya se había manifestado en los últimos dos Días del Niño, con una retracción del 16% en 2024. El Día del Niño representa aproximadamente el 60% de las ventas anuales del rubro, por lo que un repunte en esta edición es importante para la supervivencia de muchos fabricantes y comercios.
Para apuntalar la recuperación, la Cámara trabaja en coordinación con entidades bancarias y plataformas de pago para lanzar promociones, cuotas sin interés y descuentos especiales en la primera semana de agosto. Además, se relanzó la campaña “Volver a jugar”, que busca destacar la importancia del juego en el desarrollo infantil y promover el uso de juguetes como herramientas de vínculo familiar frente al uso excesivo de pantallas.
A pesar del contexto recesivo, desde la industria aseguran que no hubo aumentos de precios en relación con el año pasado, como forma de mantener la accesibilidad y estimular la demanda. También se renovó el compromiso de exigir que los productos importados cumplan con normas de seguridad, en un contexto de mayor ingreso de juguetes del exterior a precios muy bajos.