La Fiscalía de Esquel ha revelado nuevos pormenores sobre la captura en Palena, Chile, de Pedro Alfonso Tapia Retamal, quien permanecía prófugo desde el año 2015. Tapia Retamal enfrenta acusaciones de abuso sexual contra una menor, hechos presuntamente ocurridos en Esquel entre 2006 y 2014. Su localización y detención son el resultado de una meticulosa labor de cooperación internacional, impulsada por un dato anónimo crucial.
El fiscal jefe de Esquel, Fidel González, explicó que la causa judicial había estado paralizada por casi una década. La investigación tomó un giro decisivo cuando un informante anónimo alertó al procurador Ismael Cerda sobre la presencia del prófugo argentino en la localidad chilena de Palena.
Un aspecto sorprendente del caso es que, durante su periodo de clandestinidad, Tapia Retamal llevaba una vida en el campo junto a su hermano, dedicado a tareas rurales como el cuidado de animales y la recolección de leña. Más llamativo aún, el acusado mantuvo actividad en redes sociales, lo que eventualmente contribuyó a su localización.
La detención fue posible gracias a la coordinación entre diversas fuerzas y organismos: la Fiscalía de Chubut, la Brigada de Investigaciones local, la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile, Carabineros e Interpol.
Ahora, la justicia chilena dispone de un plazo de dos meses para llevar adelante el proceso de extradición. Una vez que Tapia Retamal sea trasladado a Argentina, la causa judicial, que se había estancado en 2015 cuando el imputado no se presentó a la audiencia preliminar previa al juicio, será reactivada. Dada la índole del delito, que implica el abuso de una menor de edad, se deberá definir si el juicio se desarrollará mediante jurados populares o ante un tribunal común.
F.P