Este 17 de agosto, distintas localidades de Argentina celebran el Día del Niño, una fecha pensada para poner en el centro a los niños y niñas, reconociendo su valor en la sociedad, impulsando espacios de juego y recordando los derechos que los protegen.
El origen de esta celebración en el país se remonta a 1958, cuando la Cámara Argentina del Juguete propuso establecer un día dedicado a los niños con el objetivo de fortalecer los lazos familiares y crear un espacio de reconocimiento para los más pequeños. La iniciativa tomó inspiración en una recomendación de la ONU, que en 1954 promovió la creación de un Día Universal del Niño, alentando a los países a fijar sus propias fechas de conmemoración.
Si bien originalmente en Argentina se celebraba el primer domingo de agosto, con el tiempo la fecha fue cambiando y actualmente agosto se ha transformado en el “mes de las infancias”, con celebraciones que se extienden a lo largo y ancho del país.
Durante este período, los municipios y provincias organizan actividades culturales, educativas, deportivas y recreativas, muchas de ellas con un fuerte contenido solidario. En ese marco, numerosas campañas apuntan a que todos los chicos y chicas puedan recibir al menos un regalo o juguete, especialmente en sectores más vulnerables.
Sin embargo, más allá del festejo y los regalos, esta fecha es también una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de garantizar una infancia libre, protegida y feliz para todos los niños y niñas del país.
R.G.