El invierno termina en la Argentina luego de la alerta naranja por tormentas fuertes que abarcó al área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y a provincias como La Pampa, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió sobre lluvias intensas, ráfagas de hasta 90 kilómetros por hora y caída de granizo en distintos puntos.
Los reportes de caída de granizo en localidades bonaerenses como Chascomús y Trenque Lauquen, se sumaron a los impresionantes registros de La Pampa, donde las bolas de hielo se acumularon en forma de ríos junto a la lluvia.
En Bahía Blanca las autoridades dispusieron la suspensión de actividades al aire libre y deportivas, incluso bajo techo, durante el lapso de la alerta.
El panorama comenzó a definirse el viernes, cuando la atmósfera mostró más inestabilidad de la prevista. En el Gran Buenos Aires las precipitaciones fueron más intensas y extendidas de lo esperado: se midieron 13 milímetros en Merlo y 28 en San Fernando. En la Ciudad de Buenos Aires los valores fueron aún más altos, con 41 milímetros en Aeroparque y 56 en el Observatorio Central. Con este último registro, septiembre acumula 63.3 milímetros en el Observatorio Central de Buenos Aires, lo que equivale al 78.5% de la media mensual de 80.6. Tras un agosto con lluvias extraordinarias, todo indica que septiembre también se encamina a superar los promedios históricos.
La jornada del sábado se presentó con una breve mejora matinal en el AMBA, donde perduró el agua y el impacto del foco de tormentas comenzó a mermar.
SL