Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata llegó hasta la Patagonia Argentina tras los pasos del pequeño mamífero exótico, que se transformó en una auténtica amenaza para los ecosistemas sureños y pone en riesgo de extinción a distintas especies de aves acuáticas de la región.
En un comunicado, la universidad explicó que “por primera vez, un estudio científico busca medir el impacto del visón americano en el ecosistema, cuya creciente expansión en el territorio patagónico afecta notablemente la población de las aves acuáticas ya que se alimenta de prácticamente todo animal que encuentra cerca”.
Los estudios revelaron que hay especies que disminuyeron notablemente su población, en especial las familias de aves migradoras que suelen vivir en las proximidades del agua, como cauquenes, macaes, cisnes de cuello negro, patos y otras aves anfibias.
El licenciado en Zoología e investigador de la Sección Ornitología del Museo de la UNLP, Juan Manuel Girini, explicó que “tras ser introducido en la Patagonia, y a medida que perdió valor como recurso para la industria de las pieles, el visón se escapó o fue directamente liberado de los criaderos, y comenzó así a dispersarse por toda la región”.
Este animal carnívoro y carroñero consume todo tipo de peces, mamíferos, aves, crustáceos, insectos, y anfibios disponibles en el entorno. A su voracidad le suma una enorme facilidad para distribuirse por terrenos de diversas características como lagos, ríos y costas, adaptándose rápidamente a diferentes tipos de climas y regiones.
“El nuestro es el primer estudio que se hace en la región sobre el impacto del visón americano en el ecosistema, y tiene una gran importancia como justificación y prueba fáctica para que las autoridades tomen medidas de control sistemáticas sobre la población del visón, como la captura”, contó Girini y aseguró que “es la única manera de proteger a las especies locales que están gravemente amenazadas”.
Esta especie invasora “come tanto aves acuáticas como terrestres o paseriformes”, dijo Girini, lo que supone un alto nivel de voracidad, que pone en peligro latente la existencia de muchas especies nativas, sea cual fuere su hábitat.
El visón americano es un mamífero que pertenece a la familia de los mustélidos, pariente de hurones y comadrejas, y originario de América del Norte.
Fue introducido en la zona sur de Argentina y Chile durante la primera mitad del Siglo XX por la industria peletera y, poco a poco, se convirtió en una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, por su potencial colonizador y gran poder de adaptación.
Durante los trabajos de campo, realizados en las épocas de primavera y verano entre los años 2012 y 2016, Girini confirmó que “el visón depreda huevos, pichones y adultos y eso provoca que baje el índice de supervivencia y reproducción” de aves de hábitos acuáticos, dejando a salvo, por ahora, a las especies que no frecuentan este tipo de ecosistema.
“El visón se distribuye desde el centro patagónico, y fue desplazándose hacia el norte gradualmente”, y a pesar de algunos relevamientos, por ahora “es difícil estimar la cantidad de estos mamíferos presentes en todo el territorio patagónico”. (Télam)