Los años seguirán pasando, pero hay cosas que no se van a olvidar. Que no se pueden olvidar. Ni por aquellos que eran padres y hoy son abuelos o por quienes eran jóvenes y ahora sienten la necesidad de compartirlo con sus hijos. Incluso, por los que ni siquiera pudieron vivirlo.
Hace 31 años atrás, un 22 de junio de 1986, Diego Armando Maradona pintaba sobre el Estadio Azteca de México la obra más maravillosa que pudo verse en un Mundial, y escribía para toda la historia “La Mano de Dios”.
Argentina e Inglaterra se vieron las caras en los cuartos de final del Mundial de México 1986. Pero todo sucedió en el segundo tiempo. Primero, se dio la jugada -para muchos- más polémica de la historia en las Copas del Mundo.
Recién iniciado el complemento, luego de un despeje hacia atrás del defensor Steve Hodge, Maradona fue a buscar la pelota a la par del arquero Peter Shilton y “un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios”, según contó el propio Diego, marcó el 1 a 0 para la Selección.
El partido terminó 2 a 1 a favor del equipo nacional, que avanzó a semifinales y terminaría llenándose de gloria luego de ganarle la final a Alemania (3-2).