11 de Diciembre de 2017
opinion |

Historias y anécdotas del 2×4 Hoy: “La borracha está prohibida”

En el marco de la celebración del día nacional del tango, esta magistral obra de Fernando Merino Arenales para RED43

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Entre los romanos existía el oficio de censor, ya desde el siglo II A.C. Pero una mujer embriagada en el siglo XX fue víctima de los censores. Fue en la década del 40, en la letra del tango de Enrique Cadícamo, Los Mareados. Era la dictadura del Gral. Pedro Ramírez quien asumió como presidente tras el golpe de estado de 1943. El censor de turno que mutiló esta obra fue monseñor Franceschi.

 

¿Qué es censurar? Es anular cualquier material de difusión que puede ser considerado ofensivo o dañino para el gobierno de turno o los medios de comunicación, de acuerdo a lo que el censor determine.

 

Cadícamo le puso su letra al tango de 1922, “Los dopados”, cuya música era del gran Juan Carlos Cobián, llamándolo Los mareados, que si bien carecía giros lunfardos, (pese a que el lunfardo fue el blanco predilecto de los censores desde siempre) enfrentó esta adversidad ya desde la primera estrofa:

 

“Rara, como encendida, te hallé bebiendo, linda y fatal.

 

Bebías, y en el fragor del champagne loca reías por no llorar.

 

Pena…me dio encontrarte pues al mirarte yo vi brillar

 

tus ojos, con un eléctrico ardor, tus negros ojos que tanto adoré…”

 

Entonces, ¿Cuál fue el problema? ¿Qué molestó? Se sabe que la embriaguez de la protagonista fue la clave de esa absurda prohibición (esas “no eran cosas de mujeres”), y que estuviera rara, como encendida y que sus ojos tuvieran un eléctrico ardor.

 

Más allá de cualquier disquisición, lo que hay que considerar es que este tipo de disposición desvirtuaba las letras a punto tal que, en muchos casos, su interpretación representaba un serio problema para el director y para el propio cantor. Y obviamente para el autor, en este caso Cadícamo, es decir, al cerebro de la obra !!!  Así se vio obligado a escribir una nueva letra, con un nuevo nombre: “En mi pasado”, donde cambió las dos primeras estrofas, manteniendo solo la última. Evitando de esta forma cualquier referencia a la embriaguez o expresión que considerara  “inmoral” el idioma.

 

Como Cadícamo no era hombre de soportar presiones, el día que fue citado por un funcionario de la Dirección de Cultura, el poeta se sentó frente a una máquina de escribir y redactó algunos párrafos para consideración del funcionario. Y le preguntó: “¿ Así le gusta?”, y el censor le contestó: “Eso está mejor”, acto seguido Cadícamo rompió en pedazos lo que recién había escrito y le contestó: “Pues sepa que esto es una porquería!”. Pero como la verdad es hija del tiempo, Enrique Cadícamo a partir de 1950 disfrutaría de que su tango recuperara para siempre la letra y el título original: Los mareados…..tangazo!!!

 

Continuaré con más análisis de Los mareados, ahora con la foto del gran Enrique Cadícamo y con la versión de Floreal Ruiz con la orquesta de Osvaldo Requena de 1967.

 

Hasta la próxima…

 

Fernando Merino Arenales

 

Historiador y difusor de tango

 

 

Fernando Merino Arenales: La historia detrás de “Tres minutos de Tangos”

 

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