Enrique Rojel de 29 años, es oriundo de El Hoyo, Chubut, trabajaba hace casi un año en la estancia Sofía, ubicada a 120 kilómetros de Río Gallegos, y hace unos pocos días lo hacía como puestero.
La noche del pasado 20 de agosto, luego de cenar con la cocinera y el capataz de la sección El Cuadrado, Rojel salió a caballo hacia el puesto El Cuatro, pero al parecer, nunca llegó. Él decidió salir, pese a que le insistieron para que se quedara a dormir.
Recién se dieron cuenta que no había llegado a destino cuando le llevaron víveres y constataron que no había movimiento en el puesto: los perros estaban atados, la estufa apagada, dos celulares (uno enchufado y otro apagado) y sus pertenencias estaban allí intactas.
Días más tarde, luego de una recorrida del GEOR, el hijo del capataz avisó por Whatsapp a la policía que había encontrado el caballo que montaba Rojel. El equino presentaba un estado de agotamiento al momento de ser encontrado, todavía ensillado, con el recado en la panza y una de las riendas cortadas, que podría podría habérsela cortado al pisarla al galope o estuvo atado y la rompió de un tirón.
Hoy se conoció que apareció el cuerpo del joven, a pocos kilómetros de la Estancia Sofía, y ya partió una comisión de Policía, hacia el lugar del hallazgo, para conocer las causas que motivaron el fatal desenlace. (Radio 3-Pasa En Santa Cruz).