El Deporte como movilización de la Economía

En el mismo momento que Leonard Boquillet nos daba la bienvenida en el hotel de los atletas en Paris, nos cruzamos las miradas con Cachano Barria para manifestarnos la sorpresa de que un joven atleta era el Director Deportivo de una de las competencias de maratón más importantes del mundo.

Después de aquel histórico 29 puesto de uno de los exponentes más importantes de la historia del deporte chubutense, de conocer en detalle desde la expo maratón en un predio de cinco mil metros cuadrados o alternar información con los mejores atletas del mundo, comenzó a rodar la idea de que era posible imaginar algo incipiente en nuestras tierras.

Pocos meses más tarde la idea se transformó en borrador, éste en proyecto y de ahí en adelante en puro trabajo para poner en marcha la primera edición del medio maratón al paraíso.

Con todo el camino recorrido en casi dos décadas (el próximo 10 de febrero se corre la 18 edición) se fueron alternado variables que, en las dificultades, nunca impidieron su realización.

Hoy ese sueño hecho realidad tiene un empuje fenomenal y permite la consulta permanente de los actores principales de todas las regiones del país, permitiendo consolidar algo que supera lo estrictamente deportivo por su contexto, permanencia y trabajo constante.

Hay claros factores que permiten que una competencia deportiva pueda convertirse en símbolo de una región, a saber.

ESFUERZO CONJUNTO. Nadie realiza sus sueños u objetivos sin contar con ayuda de los demás. Familia, entidades, Estado, profesores, medios y periodistas, voluntarios, autoridades y atletas, permiten año tras año repetir la historia del granito de arena. Sin esos eslabones, sobre todo en los momentos más críticos, la cadena se hubiese roto en sus primeros impactos.

CALIDAD DEPORTIVA. Nuestra región ha tenido, históricamente, un recurso humano deportivo de excelencia en materia de atletismo y la funcionalidad de los entrenadores, las escuelas y la continuidad de competencias en un calendario permiten contar con una base de cantidad y calidad que nos alienta y, fundamentalmente, empuja a los más jóvenes a la práctica activa y participación.

MARCO NATURAL. Pocas competencias en nuestra Argentina cuentan con el marco de naturaleza del medio maratón. No en vano lleva el nombre del Paraíso, considerando el acceso y el mismo Parque Nacional Los Alerces con una belleza inconmensurable que todos disfrutamos y nos permite incentivar la presencia de familiar de todo el país en el verano.

DESARROLLO ECONOMICO. Superando las expectativas, se concretó el anhelo de medir cuantitativamente la movilización de la economía social por cuanto a cada atleta lo acompaña en muchas oportunidades el entorno familiar que disfruta de todo lo que ofrece la competencia en su entorno. Varios miles de pesos se mueven en hoteles, alojamientos, restaurantes, mercados, combustibles, etc. durante tres días por parte de aquellos que toman la prueba como un pasatiempo de vacaciones.

Seguramente siempre hay cuestiones por corregir, fundamentalmente romper con la política expulsadora de la Administración de Parques Nacionales, quienes siempre tienen una visión negativa para trabar el impulso. Las 18 ediciones exitosas no terminan por demostrarles la importancia para la economía regional de este tipo de actividades.

Por decisión y empuje de los principales protagonistas que consultan en primavera la confirmación de fecha de la próxima edición, año tras año se pone en marcha un nuevo sueño, buscando superar al anterior.

Si a todo lo hecho se le agrega calendario, mayor difusión y combinación de actividades, seguramente llegaremos a emular aquel Maratón de París que nos incentivó a soñar, no en la cantidad de participantes, pero si en ese elemento que vuelva a generar, por calidad y organización, la llama del deportista que hace todo lo posible para no perderse la próxima edición.