“Para una persona trasplantada, o donante, la actividad física es una materia obligatoria”

Toda su vida se dedicó a la docencia y ahora está jubilado, felizmente jubilado. Siendo profesor de Educación Física sabe que el movimiento es parte de la vida, que uno no se puede quedar quieto, a pesar de las limitaciones.

Se hizo amigo de Raúl Suarez y de Fernando Vargas, dos amantes del deporte que, por cuestiones de la vida, tuvieron que pasar por el quirófano, uno con un trasplante hepático (Raúl), el otro casi con una ceguera (Fernando).

Y con esta relación y con los conocimientos sobre las bondades de la actividad física, los acompañó a Salta a los Juegos Nacionales y Sudamericanos para personas trasplantadas que tuvieron lugar el año pasado.

Y Luis Pais, a él no referimos, encontró en Santa un mundo mágico de personas felices que no la pasaron bien en la vida y que con sus problemas físicos a cuesta, porque a pesar de ser trasplantados el cuidado tiene que ser permanente, a través del deporte encontraron una vía de escape para la sonrisa, para el compartir, para hacerse de amigos.

Claro que para una persona trasplantada, o donante, la actividad física es una materia obligatoria. Le mejora la calidad de vida, tiene mejor circulación de la sangre, el corazón bombea diferente (y más alegre) y seguramente con el tiempo podrá tomar menos medicamentos, hasta reducirlos al mínimo.

Luis se metió en este mundo de los trasplantados y en el regreso a Salta pensaron que una manera de concientizar esta problemática de donar o no los órganos, era organizar los primeros Juegos Patagónicos, de mucho éxito por cierto y que concluyen hoy en Esquel.

Luis Pais tuvo la deferencia de conversar con RED 43 y se generó la siguiente entrevista.