Hugo Molina es paciente de Dialcer, y está realizándose diálisis. Para salir de esa situación, se encuentra en lista de espera para un doble transplante, de riñón y de páncreas. El riñón puede ser donado en vida, pero el páncreas debe provenir de una persona fallecida. Nos cuenta su experiencia en Dialcer y destaca la importancia de este centro de cuidados del riñón en Esquel, que le brinda ayuda a muchas personas de la Comarca.
“Yo la llevo bien, gracias a dios me cuido, pero estar ahí es complicado. No es nada lindo estar ahí, estar cuatro horas sentado. O sea, 3 días a la semana, 4 horas sentado. No es muy agradable”, explica.
Recordemos que la diálisis es un proceso por el cual se extraen las toxinas y el exceso de agua de la sangre, trabajo que, normalmente, realiza el riñón. Se lleva a cabo en un cuarto higiénico especial para evitar el riesgo de una infección.
Hugo comentó que hace cuatro años que está en su situación y agradeció la existencia de Dialcer: “Es bueno que haya un centro acá en Esquel, porque es complicado estar. Si no estuviera el centro de diálisis uno no podría estar con vida o, sino, tendría que viajar a otro centro, que no están muy cerca acá en Chubut”.
Comentó que “Todo lo que más le gusta a uno por ahí hay que sacarlo, lo frito, las sales, la grasa. Hay que sacar la mayoría de las cosas que le gustan a uno”.
En este mes del riñón, las instituciones se organizaron para hacer distintos eventos de concientización y prevención. Dialcer es un centro de nefrología y diálisis que colabora con todas las instituciones y profesionales médicos de la ciudad, el Hospital de Esquel y las clínicas privadas. Los centros similares más próximos están a 300 kilómetros (Bariloche) o a más de 600 (Trelew y Puerto Madryn).
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