María Nahuelquir le donó un riñón a su hermana

(Por Carlos “el Chavo” Ortiz). - Si uno piensa que las mujeres son débiles, no hay nada más alejado de la realidad. Detrás de cada persona hay una historia de vida, y dentro del grupo Los Patagones hubo en estas últimas semanas sensaciones encontradas.

La falta de Antonio Herrera fue un mazazo al corazón, el gesto de María Nahuelquir fue un bálsamo para el alma y el espíritu de cada uno. Este grupo derrocha vida por donde se lo mire. Son buena gente y dejando de lado los resultados deportivos, tienen asegurado un lugar en el podio de la vida.

TOMANDO MATE EN LA PISTA

“Ahora descanso, estoy de reposo, de reposo deportivo me refiero. Paseo mucho y acompaño a mis compañeros a la pista, además voy a ver futbol con mis amigas” así comenzó la charla María Nahuelquir, la joven atleta de que no tuvo problemas de postergar su carrera deportiva para no ver sufrir a su hermana.

“Mi hermana tuvo una enfermedad a los 19 años y después del embarazo, que fue a los 24, tuvo una falla renal crónica y comenzó con diálisis. Esto fue hace un año y nueve meses”.

“¿Y por qué le donaste un riñón?”, fue la consulta. “Porque ella lo necesitaba para tener una mejor calidad de vida. Yo me pongo en el lugar de la otra persona que sufre mucho y uno puede vivir con un solo riñón y se lo di”.

“Cuando se hizo todos los estudios, éramos tres hermanos que podíamos donarle un riñón. A uno lo descartaron, otro hermano vive en Comodoro y se complicaba todo y quedé yo”, destacó además.

-Igual tu hermana no se dializó tanto tiempo, hay personas que sufren años y años.

-Es cierto que no se dializó tanto, casi dos años. Esta decisión la tomamos cuando comenzó a dializarse. Lo hice porque yo veía que ella salía de diálisis muy mal, muy descompuesta, siempre le pasaba algo y fue medio complicado todo eso.

María tiene dos hijos, uno de 12 y otro de 16, son grandes, “ellos no me hicieron problema, entendieron todo”.

-¿Te cambió algo la vida no tener un riñón?

-Tener un riñón menos no me cambió en nada. Solo tengo que esperar tres meses para comenzar con las actividades deportivas, porque a trabajar puedo comenzar el otro mes. A lo sumo tengo que cuidarme con las comidas, tener una dieta equilibrada, que las porciones sean más chicas, no consumir sal en exceso. Tomar mucho líquido. La vida es normal.

-Digamos que también tu hermana se salva porque tiene un riñón de atleta.

-Si.. (se sonríe), tiene un buen riñón.

María es del grupo Los Patagones,  corría todos los días, de lunes a sábado, con entrenamientos en la pista, en la calle o en las montañas. Trotaban entre 10 y 16 km y tuvo la posibilidad de correr dos maratones.

“Corrí dos maratones y pensaba este año correr otro pero no llego. Voy a intentar correr la  prueba de 21 km en el Tres Ciudades Patagónicas (será el próximo 3 de noviembre).  Para correr un maratón hay que entrenar muy bien tres meses”.

-¿Y tu hermana cómo está?

-Ella está bien, está aquí en Esquel. El riñón le funciona muy bien, los estudios le dieron bien. Yo por mi parte tengo que volver a Buenos Aires en junio para un nuevo control antes de comenzar a trotar.

“Cuando apenas llegué a la pista, las chicas que corren conmigo ya me habían planificado las carreras, ellas decían que llegaba bien para el Maratón de las Tres Ciudades Patagónicas”.

María no tiene a sus padres, pero si tiene abuelos. Ellos si estaban asustados. Su familia estaba asustada. Claro que no es fácil, era que le saquen un riñón, no una muela.

“Soy enfermera y vivo en el trabajo con pacientes renales y no es algo lindo las diálisis. Aunque las máquinas te hacen vivir, psicológicamente las personas no están bien, porque dependen de una máquina. A mí no me gustaría vivir dependiendo de una máquina” sentenció además.