La cuarentena obligatoria tiene grandes efectos sobre la economía que golpean a todos y uno de los sectores más perjudicados es el de los pequeños comerciantes. En este sentido, los almacenes de barrio que pueden permanecer abiertos atraviesan una situación particular porque se han tenido que adaptar a un nuevo horario de atención y debieron aplicar restricciones a la cantidad de personas adentro de los locales.
Fernando Chacón, propietario de un comercio en el barrio Ceferino, contó: "Vemos un cambio rotundo en tener que abrir más temprano y cerrar más temprano". Subrayó que "el horario en que más vendíamos solía ser a la noche, pero tenemos que adecuarnos a las normas y ser responsables".
Aseguró además que han perdido ventas: "Se nota una merma en la recaudación diaria. Esperábamos que quizás a partir de las 18 horas venga más gente porque tenemos que cerrar 19:30 pero no se ha notado". "Puede ser que sea también porque la gente no está cobrando en tiempo y forma", analizó.
De acuerdo a las medidas sanitarias dispuestas, remarcó que "no hay que tomarlo con liviandad porque es algo delicado". "Dejamos entrar de a 3 personas. Barbijos no hemos usado, guantes habíamos comprado pero vimos que podía ser perjudicial", explicó Chacón. Además cuentan con alcohol en gel y desinfectantes en el local para mantener la higiene.
"Hay que ser responsable respecto a las medidas que tomó el Gobierno y uno tiene que prepararse para tener stock de mercadería".