Con el ciclo lectivo 2021 iniciado en la Ciudad de Buenos Aires y en Jujuy, y a pocos días del comienzo en el resto del país, ya son al menos 10 las jurisdicciones que han publicado sus protocolos de regreso a clases presenciales: Buenos Aires, CABA, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Neuquén, Río Negro, Salta y San Luis. Son 5 provincias más que la semana pasada.
La información surge del segundo “Monitoreo de protocolos de regreso a clases presenciales”, elaborado por el Observatorio Argentinos por la Educación. Este relevamiento, en actualización constante, busca reunir cada semana información sobre el regreso a clases presenciales en cada una de las provincias, el diseño e implementación de protocolos COVID y el seguimiento de los distintos desarrollos en relación con el COVID. Se toman en cuenta solo los protocolos publicados en páginas web oficiales de acceso público.
En la última semana, Córdoba, Corrientes, Jujuy, Río Negro y Salta publicaron sus protocolos. De esta manera, se sumaron a las jurisdicciones que ya lo habían hecho la semana previa: Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Formosa, Neuquén y San Luis.
El viernes 12 el Consejo Federal de Educación (CFE) definió, a través de la Resolución 386/2021, que cada provincia “establecerá sus propios protocolos adecuados a sus particularidades y orientaciones específicas, manteniendo como piso mínimo las definiciones establecidas a nivel federal”. La Resolución 387/2021 establece el deber de “priorizar la reapertura de escuelas y la reanudación de clases presenciales en todo el país bajo condiciones de seguridad sanitaria y cuidado de la salud de la comunidad educativa, en forma escalonada, conforme con la situación epidemiológica en las unidades geográficas de menor escala en las que resulte posible evaluar el riesgo sanitario y epidemiológico imperante”.
Las medidas básicas acordadas por el CFE para garantizar una vuelta a clases segura en todas las escuelas del país son las siguientes:
- Distanciamiento físico dentro del aula de, al menos, 1,5 metros.
- Distanciamiento físico en áreas de desplazamiento de, al menos, 2 metros.
- Uso correcto de tapabocas.
- Ventilación adecuada de las aulas y limpieza y desinfección regular de los edificios.
- Higiene frecuente de manos.
- Alternancia entre educación presencial y no presencial en aquellos establecimientos educativos donde las dimensiones edilicias no permitan la permanencia simultánea de la totalidad de las y los estudiantes.
- Articulación con los equipos de salud en sus distintos niveles para una vigilancia epidemiológica activa.
- Organización del ingreso y egreso a la escuela para evitar aglomeraciones.
- Priorización de la comunidad educativa en el transporte público.
“La protocolización general de nuestras nuevas rutinas, necesita también la capacidad para adecuar estas guías a la distinta realidad de las instituciones educativas. Las escuelas son diferentes a otro tipo de instituciones y también muy distintas entre ellas. Por lo tanto, la gestión del regreso y la complejidad de los escenarios que se pueden producir, producto de la complejidad de la vida escolar y la evolución del virus, necesitan de consensos y respeto a las indicaciones -aporta Alejandro Castro Santander, director general del Observatorio de la Convivencia Escolar de la Universidad Católica de Cuyo-. Nos caracterizamos por ser transgresores, por lo que esta emergencia es una nueva oportunidad para salir de nuestro habitual egoísmo y pensar que, en tiempos de contagio, somos un solo organismo, necesitamos ser una comunidad”.
“Es preocupante que el Consejo Federal de Educación, responsable de la política educativa, haya esperado hasta el 12 de febrero para acordar los criterios comunes para la elaboración de estos protocolos; sobre todo cuando esos lineamientos no contienen otra cosa que aquellos elementos que conocemos desde mayo del año pasado cuando la inmensa mayoría de los países reabrieron las escuelas. Más alarmante es que muchos ministerios de educación no hayan podido decidir cómo adecuar esas normas a los diferentes contextos regionales. Mientras la sociedad argentina puja por la vuelta a la escuela, los funcionarios siguen distrayéndose en otros quehaceres, perdiendo de vista un elemento fundamental: la educación es esencial”, plantea Gustavo Zorzoli, director de la Escuela de Formación Olímpica.