Así es la cárcel “más grande de América”

En el estado de San Salvador está la prisión “más grande de América” ubicada en la zona rural con instalaciones de última tecnología. Se conoce como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) por los estrictos controles de ingreso.

Para construir el edificio, el Estado compró 166 hectáreas dentro de las cuales 23 fueron utilizadas para fabricar ocho pabellones rodeados por un muro con alambres eléctricos de 11 metros de altura y 2.1 kilómetros.

Todas las personas que ingresan ya sean reclusos o personal de seguridad y administrativo deben pasar por las zonas de registro antes de entrar por los tres portones fortificados y controlados por guardias de seguridad. Además, los presos pasan por un escáner corporal para registrarse en un área de ingreso en el que le toman fotos.

Antes de inaugurar la cárcel, el ministro salvadoreño de Obras Públicas, Romeo Rodríguez comentó que se perforaron dos pozos, se instalaron una planta de abastecimiento de 600 metros cúbicos de agua, cuatro cisternas, ocho subestaciones de energía eléctrica, plantas de emergencia a base de combustible y una planta de agua residual.

Frente a los pabellones donde están las celdas, hay un cuarto de control para los sistemas de agua y electricidad, de esta manera los presos no pueden manipular los servicios. Los pabellones cuentan con un techo curvo que permite la ventilación natural.

Cada celda tiene 100 metros cuadrados, tiene dos piletas de agua corriente para el aseo personal y dos inodoros. Para dormir tiene unos camarotes de láminas de hierro sin colchón. También existe la celda de “castigo” oscura y sin ventanas.

La cárcel no tiene espacios de recreación, patios ni salas conyugales, solo pueden salir de su celda cuando van a un proceso judicial virtual. 

Las celdas están vigiladas por guardias armados con pistolas y fusiles de asalto, cuentan con equipo electrónicos que bloquean las señales de los celulares. 

Los pabellones tienen un área de construcción de 6 mil metros cuadrados y unas 32 celdas que alojan cerca de 100 pandilleros. El viceministro de Justicia y Seguridad Pública, Osiris Luna expresó: “Todos los terroristas que planificaron el luto y el dolor en contra del pueblo salvadoreño purgarán sus penas en el CECOT, en el régimen más severo”.

Otra de las medidas impuestas por el este sistema carcelario es que los familiares de los detenidos deben pagar 170 dólares al mes para alimentos y productos básicos de los detenidos. Dentro de ese fondo se dividen 35 USD para alimentación, 15 USD para artículos de higiene, 30 USD vestimenta, 20 USD limpieza de área y 70 USD por misceláneos. 

La cárcel se construyó en un tiempo récord de siete meses, trabajaron alrededor de 3 mil personas y la obra fue supervisada por una empresa mexicana. Se creó con el objetivo de alojar a los casi 63 mil pandilleros de El Salvador, medida instaurada por el presidente Nayib Bukele.