- Por Axel Gregorio -
A quienes estamos en un camino espiritual, hay variables cruciales a considerar para no caer en las trampas del ego...
Pero primero, ¿qué es el ego espiritual?
Es lo mismo que el ego, solo que ahora se presenta con la máscara de lo "espiritual," lo que puede generar distorsiones profundas en nuestro camino.
Podemos identificar el ego espiritual por:
Sentirse superior a otros o pensar que somos más puros, o que tenemos una "vibración más alta".
Tener el deseo y la vanidad de que otros nos consideren espirituales por nuestro conocimiento, estilo de vida, o incluso nuestras prendas.
La vanidad intelectual por acumular información sobre grupos religiosos y su evolución, y tener "respuestas para todo".
Creer que tenemos una "capacidad de amar expandida" como si fuera una virtud personal del ego.
Ahora bien… ¿Cuáles son las tres claves para evitar caer en las trampas del ego?
1. Humildad
La humildad impide que la vanidad y el narcisismo del ego florezcan. Nos recuerda que estamos en constante progreso y que el desarrollo es propio del SER, no porque seamos especiales o porque Dios/Universo tenga un contrato exclusivo con nosotros.
2. Gratitud
Nos conecta con los frutos de la verdad, reconociendo nuestras limitaciones y puntos a mejorar. La gratitud nos mantiene agradecidos por lo que somos y lo que hemos alcanzado, sin caer en la trampa de la insuficiencia.
3. Respeto
El respeto nos ayuda a entender que el conocimiento no equivale a la experiencia. Saber algo sobre espiritualidad no es lo mismo que vivirlo y encarnarlo en nuestra vida cotidiana.
Recordá: La acumulación de información sobre espiritualidad puede convertirse en una trampa fácil y distorsionar completamente la percepción de vos mismo y lo que te rodea.
Algo super importante que hay que tener presente es que Saber no es lo mismo que Ser. Por ejemplo, conocer intelectualmente los principios del amor incondicional no garantiza que estés viviendo desde ese lugar de amor en tu vida diaria.
Es fácil tener respuestas para todo y sentirse especial porque creemos que ese conocimiento nos hace diferentes. Pero, repito, Saber intelectualmente no es lo mismo que Ser, o que esa experiencia esté integrada en nosotros.
Otras consideraciones que debemos tener en cuenta:
- Evitar la ilusión de especialidad: El Universo o Dios no hace distinciones entre personas ni concede caprichos al ego. Esto es clave para evitar sentirnos especiales, superiores, o el "elegido/a".
- El Universo no actúa ni causa nada de forma parcial; simplemente ES.Somos nosotros a través de nuestras decisiones quienes ocupamos nuestro lugar en la vida, asegurando la Justicia Divina.
- No luchar contra el ego: Trascender el ego no significa verlo como un enemigo que debe ser vencido. A veces, quienes más creen estar "libres de ego" son los que más lo tienen, pero disfrazado de "espiritualidad."
- El ego no es un adversario que necesita ser aniquilado. Cuando nos enfocamos en los valores espirituales, el ego se reemplaza automáticamente, como una sombra que desaparece en la luz sin esfuerzo.
El ego actuó en el pasado de acuerdo con su nivel de conciencia en ese momento. Como un cachorrito que no sabía hacer otra cosa, el ego hizo lo que consideraba correcto. Denunciar al ego solo lo fortalece, atrapándonos en la falsa dualidad de "bueno" y "malo." Reconocé el ego como una limitación que se ajusta mientras evolucionás espiritualmente.
Reflexión Final:
Es fundamental no ver el ego como algo que debemos erradicar, sino entender que, conforme avanzamos en nuestro camino espiritual, el ego comienza a disolverse de manera natural. La verdadera trascendencia ocurre cuando nos enfocamos en el SER, en vez de tratar de "derrotar" al ego.
Este texto está inspirado en las enseñanzas del Dr. David Hawkins, a quien recomiendo leer y estudiar.
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