Dora Germillac y Susana Parada, madres que enfrentan la dolorosa pérdida de sus hijos a través del suicidio, compartieron sus experiencias y brindaron una perspectiva sobre el duelo. Sus historias, llenas de dolor pero también de fortaleza, destacan la importancia de la empatía y el apoyo mutuo en momentos de crisis.
"Todas tenemos el mismo dolor, compartimos lo mismo. No es lo mismo compartir con otra persona porque no sienten lo que sentimos nosotras, las mamás que perdimos a nuestros hijos", expresó Dora, quien lidia con la pérdida de su hijo hace 15 años. Su relato, cargado de emoción, refleja el profundo impacto que la tragedia tuvo en su vida. Susana, por su parte, recuerda la pérdida de su hijo de 33 años, ocurrida hace casi cuatro años.
"Nosotros mismos, con la familia, con lo que podíamos, hicimos algo. No encerrarse porque eso es lo peor. Agradezco que ahora haya ayuda disponible. Antes no era así", comentó Dora.
Ambas madres coinciden en que la fortaleza necesaria para seguir adelante a menudo debe salir de adentro, no solo para sí mismas, sino también para sus familias. Susana afirmó que es esencial "ser más fuertes que ellos para sostener al grupo familiar", y expresó que: "Nosotras tenemos que ser fuertes por nuestros hijos, maridos y lo que queda de toda la gente que nos quiere."
A pesar del dolor inmenso y el vacío que dejan estas pérdidas, Dora y Susana se comprometen a ayudar a otras personas en situaciones similares. "Esto es un pedacito que te sacan, pero es eterno. Me interesa asesorarme en el tema, acompañar a otra mamá", mencionaron.
El mensaje de ambas es claro: "Por favor, hablen, pidan ayuda. No lo hagan: dejan a una familia hecha bolsa".
O.P