En diálogo con Red43, Guillermo Clavé, integrante de una empresa familiar dedicada al movimiento de suelo, relató con dolor las consecuencias devastadoras del incendio ocurrido en la estancia Amancay, en cercanías de trevelin.
“Las pérdidas son totales. No quedó absolutamente nada. Era lo único que teníamos para seguir trabajando y nos cortaron las piernas”, expresó Clavé, visiblemente afectado.
Golpe devastador
Guillermo explicó que junto a su padre lograron, con años de esfuerzo, adquirir las máquinas y herramientas que utilizaban para su labor diaria. Sin embargo, el incendio destruyó tres camiones, una excavadora, una mini-pala, una retroexcavadora y un motorhome. “Quedamos en la lona. Esto nos destruye económica y moralmente”.
Clavé detalló que estaban contratados para realizar trabajos en la estancia, que en los últimos meses había avanzado gracias a la inversión y el esfuerzo de sus propietarios. “Esta estancia le ha dado trabajo a muchísima gente, y esto es un parate muy grande para la producción, para los empleados y también para los dueños”.
Sospechas de intencionalidad
El incendio despierta sospechas de que pudo haber sido provocado. Clavé destacó lo extraño de que las llamas hayan afectado únicamente la maquinaria y no otros elementos del lugar. “Si se hubiera prendido fuego una sola máquina, podríamos hablar de una falla eléctrica. Pero esto fue muy puntual”, señaló.
En medio de la tragedia, Clavé manifestó: “No somos gente que cause daño. Siempre hemos dado una mano a quien lo necesitó. Creo que todo se tendría que resolver con diálogo, sin perjudicar a nadie. Hacer daño a la naturaleza o a las cosas materiales no es el camino”.
Pese a la difícil situación, Guillermo agradeció el apoyo de quienes los están acompañando. “Es un golpe muy duro, pero hay que seguir trabajando y tratar de salir adelante”, concluyó.
O.P