La Justicia y la Policía de Santa Cruz investigan por estas horas el extraño fallecimiento de un vecino de Río Gallegos, quien fuera encontrado en circunstancias muy particulares, el pasado lunes 20 de octubre por la mañana.
Según se pudo conocer el hallazgo del cuerpo fue a las 7,40 horas, en un domicilio ubicado en calle Avellaneda al 1177, muy cerca de la costanera y a pocas cuadras del gimnasio municipal Luis “Lucho” Fernández.
En el lugar intervino personal del Comando de Patrullas y de la Comisaría Segunda, al recibir el alerta de una persona sin vida en dicha locación. Al arribar, las autoridades constataron la veracidad de lo advertido: un hombre -identificado como Sinforoso Nancuante, de unos 70 años de edad- fue encontrado muerto.
Fuentes cercanas a la investigación consultadas precisaron que el vecino fue hallado “suspendido del cuello con una cuerda atada a un árbol” en el patio externo de su casa y que presentaba “sus manos amarradas en la espalda“, situación que llamó la atención de los primeros policías intervinientes y, también, de las autoridades policiales superiores y judiciales que supervisaron el posterior trabajo en el lugar.
Instantes después arribó al lugar una ambulancia y el personal médico del Hospital Regional Río Gallegos constató el deceso de Sinforoso.
Según las primeras averiguaciones realizadas por la Policía, el hombre poseía una cuidadora: Aldana de 25 años, quien se encontraba en la vivienda junto a su hermano Gastón (23). Ambos residirían en esa misma casa. También estaba un amigo de este último, Valentín (19).
Fue el joven hermano de la cuidadora quien alertó a la Policía del fallecimiento del vecino. “Se presentó en la comisaría”, dijeron fuentes consultadas por este diario. Las autoridades les tomaron declaración a estas tres personas. En su testimonio la mujer dijo que el adulto mayor “padecía muchos problemas económicos”.
Luego de que los médicos certificaran el fallecimiento del hombre y se notificara al Juzgado de Instrucción N° 2, la jueza Yamila Bórquez (foto) ordenó que se resguardara el lugar hasta que pudiera hacerse presente y así supervisar las diligencias de rigor. Lo hizo acompañada del fiscal José Chan.
Se dio intervención, además, a la División Criminalística de la Policía, cuyos especialistas se encargaron de analizar la escena, tomar fotografías del cuerpo y del lugar, y secuestrar todos los elementos de interés que puedan ayudar a esclarecer lo sucedido.
La tarea de los peritos fue supervisada por el jefe de Criminalística de Río Gallegos, comisario inspector Juan Contreras. También se hizo presente el segundo jefe de la Comisaría Segunda, subcomisario Francisco Larrosa.
Entre los elementos incautados, la Policía halló una billetera, $ 1 mil en efectivo y un papel manuscrito en el pantalón del vecino hallado sin vida.
En tanto, en la habitación que presuntamente ocupaba el hombre, se halló otra nota manuscrita que habría escrito él mismo.
Una labor clave realizada por los peritos fue el levantamiento de muestras en el lazo constrictor y en el nudo del extremo del lazo para su posterior análisis genético. Los resultados esclarecerán sí las cuerdas fueron manipuladas solamente por Nancuante o si hubo otras personas involucradas.
Si bien por las notas encontradas en el lugar y los dichos de los testigos, todo haría presuponer que Nancuante se quitó la vida, para las autoridades aún no se cierran otras líneas investigativas.
“No recuerdo un suicidio con ahorcamiento con las manos atadas a la espalda”, señaló un comisario con vasta experiencia en este tipo de hechos y trayectoria dentro de la fuerza.
Dos horas más tarde, concluidas ya las pericias, se convocó a la unidad de traslados que llevó el cuerpo a la Morgue Judicial. La jueza Bórquez ordenó la realización de una autopsia a fines de determinar, fehacientemente, el causal de fallecimiento de Nancuante.
Se espera que pronto la Justicia pueda tener el informe preliminar de la autopsia, que arrojará mayor claridad sobre lo acontecido hace apenas 24 horas. El procedimiento sería realizado por Francisco Echandi, destacado profesional del Cuerpo Médico Forense.
Fuente: LOA