Luego de casi una semana sin noticias de Paola Mariana Lens, la joven argentina de 26 años viajó a España, para trabajar como niñera, la familia confirmó este miércoles a la mañana que finalmente apareció.
Según precisaron, la joven apareció en una dependencia policial en Palma de Mallorca, tras conocerse la búsqueda de su paradero en Argentina.
Su madre, Gabriela Protti, confirmó que desde una comisaría se comunicaron con ella para informarle sobre la novedad. "Me llamaron y me dijeron que estaba con ellos. No sé más nada", relató.
Días atrás, su familia reveló que Paola aceptó entusiasmada por la oportunidad y tenía el objetivo de ahorrar dinero para luego instalarse en Andorra y trabajar durante la temporada de esquí. Sin embargo, apenas ocho días después de su llegada, su familia perdió contacto con ella y temen que haya sido víctima de una red de trata o que se encuentre retenida contra su voluntad.
"No hablé con ella. Ahora me voy directo al aeropuerto de Ezeiza, a las 12 sale el vuelo", señaló la madre. “Me dio la noticia la policía de Palma de Mallorca, que busca a ciudadanos extranjeros”, agregó.
La familia tuvo la peor sospecha de su destino en España. "Si ella es víctima de trata, es gravísimo. Si está mal anímicamente, también es grave. Yo quiero a Mariana feliz", declaró Gabriela días atrás en una entrevista con medios argentinos, donde contó el caso y pidió la intervención de las autoridades para que la encuentren.
Esta mañana se sostuvo al aire en Radio Mitre el por qué de la desaparición. "Acaban de comunicarle al consulado en Mallorca que apareció la chica, se habría intentado aislar de sus contactos y su familia de forma voluntaria, por decisión propia. No quería hablar con nadie".
"Ahora, frente a esta situación de la denuncia y búsqueda, decidió reaparecer y se presentó en una comisaría. No tenía ganas de hablar con su familia. La situación era mucho más simple de lo que parecía".
Uno de los puntos de mayo preocupación de la familia fue la comunicación que la oriunda de Villa Devoto tuvo con un amigo en la cual se la escucha entre llanto y angustia. Aunque asegura estar "super bien", grandes sospechas surgieron a raíz de esta llamada.
“¿Y por qué estás en Mallorca, gorda?”, le preguntó su amigo. “Porque me vine acá, porque me salió un laburo acá”, respondió ella. “Vale, vale, escúchame una cosa, voy a ir para Mallorca, así nos vemos”, insistió el muchacho. Y agregó: “¿Amiga? Voy a Mallorca. Escucha...”. Sin embargo, la joven respondió llorando: “No tenés que hacer esto”.
El joven le contestó: “Sí. ¿Cómo que no? Vos estuviste cuando yo te necesité. Yo voy a estar siempre. Amiga, escuchame, necesito que ahora agarres y me digas dónde estás y así puedo comprar el pasaje para Alcúdia o para Mallorca y voy para allá”. A lo largo de la conversación, el hombre le preguntó por qué había decidido cambiar de número, pero Mariana no respondió.