La Corte Suprema de Justicia confirmó la condena de 13 años y 12 meses de prisión contra José Ruffa Saraspe, exdocente acusado de abusar sexualmente de siete menores en la Escuela N° 247 de Balsa Las Perlas, Río Negro, entre 2017 y 2019.
Sin embargo, cuando la justicia intentó notificársela personalmente no pudo encontrarlo y actualmente se montó una intensa búsqueda a nivel nacional para capturarlo.
La resolución del máximo tribunal llegó la semana pasada, aunque se conoció públicamente en las últimas horas. Mientras tanto, Ruffa Saraspe incumplió reiteradamente con las presentaciones obligatorias que debía realizar ante la justicia, condición que había quedado establecida bajo medidas cautelares que le otorgaron libertad mientras duraba el proceso.
Según el expediente, el condenado había declarado un domicilio en la provincia de Tucumán, pero la justicia no le impuso ningún tipo de monitoreo electrónico ni restricción para trasladarse fuera de esa jurisdicción. Esta situación generó sospechas de un posible intento de fuga, que se confirmó al no localizarlo tras la confirmación de la condena.
Ante la ausencia de Ruffa Saraspe, el Poder Judicial lo declaró en rebeldía, mantiene vigente una orden de captura nacional y se lo busca activamente para cumplir la pena impuesta.
La causa se inició en 2019 luego de que la familia de una alumna denunciara los abusos. Esto llevó a que otros siete estudiantes declararan sucesos similares, totalizando 12 hechos acreditados durante el juicio.
Los testimonios fueron tomados en Cámara Gesell y sirvieron para que el tribunal, integrado por los jueces Marcelo Gómez, Guillermo Baquero Lazcano y Laura González Vitale, lo condenara por “delitos por abuso sexual simple de menores de 13 años, agravado por haber sido cometido por el encargado de su educación”. Los abusos ocurrieron contra alumnos de diferentes grados y en distintos turnos, lo que agravó la gravedad del caso.
Durante la instrucción, la fiscalía solicitó repetidas veces que se dictara prisión preventiva para Ruffa Saraspe por riesgo de fuga y posible entorpecimiento de la investigación. Sin embargo, el tribunal rechazó esas solicitudes, condicionando su libertad a la obligación de presentarse regularmente ante la justicia y a radicarse en Alberdi, Tucumán.
No obstante, sin monitoreo electrónico ni prohibición de traslado, Ruffa Saraspe incumplió las presentaciones y desapareció, dificultando su localización.
Actualmente, la principal hipótesis indica que se encuentra en alguna localidad del interior de Tucumán, donde continúan las tareas de búsqueda policiales para detenerlo y hacer efectivo el cumplimiento de su condena.