La sífilis registra actualmente el mayor número de casos desde que se implementaron los registros oficiales en Argentina, consolidándose como un tema de alta relevancia para la salud pública nacional. Los datos del Boletín Epidemiológico indican que el país ha alcanzado la tasa más alta de casos.
Las proyecciones cerrando el 2025 anticipan que el aumento sostenido continuará, con un posible incremento de hasta 20,5% respecto a 2024, lo que establecería un nuevo récord. Es importante destacar que en los últimos diez años, los casos de sífilis en el país han experimentado un dramático crecimiento superior al 40%, evidenciando la urgencia de revisar las políticas públicas de salud.
Factores y población afectada
Este patrón ascendente se observa en todo el territorio nacional, con mayor concentración en provincias de Cuyo, NEA y NOA, como San Luis, Chaco, Formosa, Jujuy y Catamarca. La mayor incidencia se concentra en jóvenes de 15 a 24 años, si bien se reporta un incremento general en otros grupos etarios.
Este aumento se vincula a una disminución en el uso del preservativo, práctica popularmente conocida como "a pelo", que se ha identificado como un factor clave en el repunte no solo de la sífilis, sino también de otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), como el VIH. La menor percepción del riesgo, sumada a los avances en los tratamientos del VIH (que permiten una carga viral indetectable e intransmisible), pudo haber generado una falsa sensación de seguridad que relajó las medidas de prevención.
Implicaciones clínicas y estrategias de respuesta
La sífilis es una causa importante y prevenible de complicaciones graves, como la sífilis congénita en recién nacidos. Además, la infección no confiere inmunidad, lo que implica riesgo de reinfección. En ausencia de un tratamiento adecuado con penicilina, la enfermedad puede avanzar y provocar daños serios y permanentes en órganos vitales.
La estrategia para manejar esta situación se focaliza en varios puntos, en primer lugar un diagnóstico oportuno. Facilitar el acceso al testeo rápido es crucial, ya que la sífilis, al igual que muchas ITS, a menudo es asintomática en sus etapas iniciales. También se debe reforzar la prevención y concientización, para fortalecer las iniciativas que promuevan la educación sobre la prevención y el uso correcto y constante del preservativo en todas las relaciones sexuales (vaginales, anales y orales).
Y por último, procurar un tratamiento efectivo, ya que la sífilis es curable y el tratamiento es simple, seguro y provisto de forma gratuita en la red de salud pública, lo que facilita el control de la transmisión. Ante cualquier consulta, siempre acudir inmediatamente al médico de cabecera o acercarse al centro de salud más cercano.
E.B.W.