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09 de Diciembre de 2025
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Dejó un sitio para adultos porque no ganaba bien y volvió al delivery: en el primer pedido se le cayó la comida

La historia de una exparticipante de un reality que fracasó cuando quiso vender fotos explícitas. Regresó a su anterior trabajo, pero un “accidente” le hizo perder más plata.

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La montaña rusa mediática que suele atravesar un exparticipante de Gran Hermano volvió a quedar expuesta con el testimonio de Katia “La Tana” Fenocchio, quien contó en el ciclo de streaming "Se picó" (República Z), conducido por Gastón Trezeguet, la compleja situación económica que enfrenta mientras intenta sostenerse laboralmente tras el final del reality.

 

La joven explicó que el envión de fama no siempre se traduce en oportunidades estables y que hoy atraviesa un escenario que la tiene al límite. "Fue un noviembre muy difícil. Abandoné OnlyFans porque es muy difícil, tenés que tener a un contacto para atraer gente. Está re complicado mal", comenzó relatando frente a cámara, describiendo un panorama laboral adverso.

 

Con total franqueza, continuó: "De trabajo está todo mal, no tengo nada. No me sale nada y salgo a deliverear de nuevo. Estoy desocupada y no me están saliendo laburos". Incluso, detalló las inversiones que hizo para diversificarse y que hoy le generan deudas: "No están saliendo laburos, invertí en stream y ahora tengo que pagar las tarjetas que están al rojo vivo... Armé lo del showroom y ventas online pero también está complicado".

 

En medio del difícil momento, compartió que su pareja se convirtió en un sostén clave: "Si no fuese por mi novio, no sé, me está pagando el alquiler. Está complicado posta".

 

Por falta de ingresos, retomó el trabajo de delivery, aunque no fue un regreso fácil. "A mí no se me caen las uñas... Mi amigo me acompañó y cuando él me dio el pedido de la mochila, se nos cayó al piso. Era sushi...", narró, recordando el tenso episodio.

 

El inconveniente terminó generándole una deuda adicional con la aplicación: "Fui al local a devolverlo, pero me lo cobraron igual... y encima no como sushi porque no me gusta", confesó entre frustración y resignación. A eso se sumó otro desacierto en la jornada que la dejó con más pérdidas: "Debo 80 mil pesos a la aplicación... Salí a gastar tiempo, plata y me re angustié", cerró, evidenciando la dura realidad que atraviesa.

 

 

 

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