Quienes están en el mundo de las narices chatas, hoy están tristes. Sobre todo, quienes lo vieron pelear a este cordobés que eligió a Esquel como su lugar en el mundo.
Esta mañana nos enteramos del fallecimiento de Antonio René Juárez, el Mono, el Mono de la cordillera.
Se fue de este mundo a los 68 años de vida y, a pesar que solo estuvo en Esquel durante siete años, la huella que dejó aquí fue marcada con tinta indeleble.
Cosecho muchos amigos, tal vez este sea el mejor título que haya conseguido.
Nació en Morteros, provincia de Córdoba, el 18 de diciembre de 1956. Cerró su ciclo activo con 25 triunfos (4 por la vía rápida), 31 derrotas y 13 empates.
Debutó como boxeador rentado en 1977 ganando por puntos a Guillermo Acevedo en el Luna Park.
Peleó dos veces con Héctor “Yeyé” Hernández; tres con Juan “Brujo” Cabral; cuatro con Mario Edgardo Matthysse, dos con el ídolo comodorense Celestino “Ratín” Pacheco y dos con el platense Hugo Luero.
En Esquel realizó su primer combate el 13 de abril de 1982 venciendo Osvaldo Barreda y el 23 de junio de 1986 enfrentó a Miguel "Puma" Arroyo por el Título Argentino de la categoría medio mediano, donde perdió. Pero esa pelea quedó en el recuerdo de todos.
Su último combate lo realizó el 10 de septiembre de 1988, en Comodoro Rivadavia, enfrentando a un joven que venía en alza y que luego fue Campeón del mundo, Jorge Fernando “Locomotora” Castro.
En nuestra ciudad conoce a una figura que luego se convertiría en su amigo: Osvaldo "el Negro" Sosa a quien reconoce como el que le abrió las puertas de su casa.
"Fue muy importante para mi carrera porque lo primero que encontré fue un amigo. En seguida nos abrió las puertas de su casa, además me ayudaba mucho para entrenar o para guantear porque cuando no tenía con quien practicar, “el Negro” se ponía los guantes y me ayudaba a entrenar por algunos rounds”, remarcó en su momento el recordado “Mono”.