El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó este miércoles que la inflación de abril fue del 2,8%, confirmando una desaceleración respecto a marzo, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) había registrado un alza del 3,7%. La tendencia a la baja se dio incluso en un contexto de devaluación posterior al levantamiento del cepo cambiario.
En lo que va del año, la inflación acumulada alcanza el 11,6%, mientras que la variación interanual fue del 47,3%. Esta última cifra representa el registro más bajo en cuatro años y encadena doce meses consecutivos de desaceleración respecto al mismo período del año anterior.
Entre las divisiones que más aumentaron en abril se destacan Restaurantes y hoteles, con una suba del 4,1%, y Recreación y cultura, que creció un 4%. En el otro extremo, Transporte (1,7%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (0,9%) mostraron los incrementos más moderados.
En la región patagónica, el índice de precios fue incluso más bajo que la media nacional, con una suba del 2,7%.
El dato oficial quedó por debajo de las proyecciones del mercado. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central había estimado una inflación del 3,2%, mientras que las consultoras privadas esperaban una cifra entre el 2,6% y el 3,3%.
El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, celebró la cifra en redes sociales, destacando que se trata del valor acumulado más bajo para un primer cuatrimestre desde 2020. También subrayó que la inflación interanual fue la más baja en cuatro años.
Por su parte, el presidente Javier Milei aprovechó la ocasión para arremeter nuevamente contra economistas y periodistas que habían pronosticado un fuerte salto inflacionario tras la salida del cepo. En su cuenta de X, propuso crear un “archivo de mandriles” para exponer a quienes se equivocaron en sus pronósticos y elogió a Caputo como “el mejor ministro de Economía de la historia”, acompañando sus publicaciones con una foto abrazado a su titular del Palacio de Hacienda.
Distintas consultoras privadas ofrecieron sus propios análisis. Equilibra estimó una inflación del 3,3%, impulsada principalmente por aumentos en bebidas alcohólicas y tabaco (4,7%), indumentaria (4,1%) y alimentos (3,8%). Libertad y Progreso, en tanto, calculó una suba del 3,1% y destacó la menor incidencia de factores estacionales en comparación con marzo.
El economista Eugenio Marí sostuvo que el proceso de desinflación comenzó a consolidarse, en parte gracias a una unificación cambiaria sin grandes sobresaltos y una baja en productos como verduras y servicios educativos. Marí proyectó que en mayo la inflación podría rondar el 2,5%, y que en junio podría ubicarse entre el 1,5% y el 2%.
La consultora LCG, por su parte, proyectó un índice cercano al 3% para abril, con una suba promedio del 2,8% en alimentos y bebidas, es decir, 0,3 puntos porcentuales menos que en marzo.