Un cambio en la cúpula de la Policía de Filipinas dio espacio a una decisión polémica en cuanto a las condiciones físicas que deberán tener los agentes que la integran. Es que el nuevo jefe, Nicolas Torre III, impuso un requisito fundamental para su permanencia: aquellos que tengan sobrepreso, adelgazan o los echan.
"Tenemos normas al respecto, lo básico es que vamos a darles un año para que tengan la oportunidad de cumplirlas", expresó Torre III (foto) en declaraciones efectuadas a la radio DZMM de ese país. Según comentó, la determinación la tomó tras observar, luego de su asunción, a "los (agentes) gordos de verdad que no hacen ejercicio ni dieta".
Como ejemplo, dijo que un policía debería poder hacer un determinado número de flexiones de brazo. “Si sospecho y me encuentro con alguien que supuestamente pasó la prueba y le pido que haga flexiones, pero no puede hacer 40, averiguaré quién aprobó sus resultados y ambos serán descartados”, advirtió.
Por su parte, el portavoz policial, Jean Fajardo, argumentó en una rueda de prensa que lo que se busca es mantener "una apariencia física aceptable para un oficial de Policía". “Si el papel de un policía es correr, ¿cómo va a correr si apenas puede caminar?”, se preguntó.
La Ley que regula la Policía de Filipinas establece que los integrantes de la fuerza no deben pesar más o menos de cinco kilos sobre el Índice de Masa Corporal (IMC) que les corresponde por su edad y altura.
Torre III, quien asumió como jefe policial el pasado 2 de junio en reemplazo del general de policía Rommel Marbil y ganó relevancia internacional por ejecutar el arresto del expresidente filipino Rodrigo Duterte, ordenado por la Corte Penal Internacional (CPI), pretende acabar con el problema de sobrepeso entre los agentes que no pudieron solucionar distintas campañas en el pasado.
En 2019, la Policía filipina llevó a cabo un estudio entre sus miembros para determinar el nivel de sobrepeso que había dentro de la fuerza. Los resultados indicaron que el 34,5 % de los policías de ese país tenían sobrepeso, mientras que casi el 10 % eran considerados obesos.
Al año siguiente, oficialmente se informó que los problemas de peso excesivo afectaban especialmente a los agentes mayores de 40 años, el 80 % de los cuales pesan más de lo dictaminado.