Con el cierre de agosto, en Argentina vuelve a instalarse un tema recurrente en las conversaciones cotidianas: “¿Cuándo llega la tormenta de Santa Rosa?”. Año tras año, este fenómeno ocupa espacio en los pronósticos, en las charlas de sobremesa y hasta en las creencias populares. Pero este 2025 viene acompañado del fenómeno ciclogénesis.
Para algunas personas es un mito con raíces religiosas, para otros una coincidencia climática que se repite con frecuencia, pero lo cierto es que en esta temporada vuelve a tomar protagonismo por un motivo particular: las proyecciones meteorológicas coinciden con la tradición. Todo indica que el fin del mes no pasará desapercibido y que el clásico temporal dejará huella.
Los especialistas advierten que la tormenta que se aproxima podría ser una de las más intensas de los últimos tiempos. Modelos internacionales y estimaciones del Servicio Meteorológico Nacional sugieren acumulados de entre 40 y 70 milímetros de agua en pocas horas, con actividad eléctrica y ráfagas de viento que comprometerán varias provincias del centro y noreste del país.
La tormenta de Santa Rosa es una de las expresiones más conocidas del calendario climático en Argentina. Cada 30 de agosto se conmemora a Santa Rosa de Lima, primera santa de América Latina, y alrededor de esa fecha la tradición popular sostiene que suelen ocurrir temporales intensos.
En realidad, los especialistas señalan que no existe un fenómeno garantizado, pero las estadísticas indican que en poco más de la mitad de los años, entre fines de agosto y principios de septiembre, efectivamente se registraron tormentas en la región central del país.
El Servicio Meteorológico Nacional analizó más de un siglo de registros y encontró que en 67 de los últimos 118 años se presentaron tormentas dentro de la ventana comprendida entre el 25 de agosto y el 4 de septiembre.
SL