Alguna vez intentaste leer un informe mientras respondés un WhatsApp, escuchás las noticias y pensás en qué vas a cocinar? Si sentís que tu cabeza no da para más, no estás solo: tu cerebro está, literalmente, sobrecargado.
La concentración depende de un delicado equilibrio entre redes neuronales que filtran lo importante y bloquean lo irrelevante. En la parte frontal del cerebro, la corteza prefrontal actúa como el “gerente” que organiza y toma decisiones. El problema surge cuando le pedimos hacer diez tareas al mismo tiempo: lo bombardeamos con notificaciones, pendientes y múltiples pantallas abiertas.
La neurociencia muestra que la atención es un recurso limitado. Cuando intentamos hacer el famosos “multitasking”, en realidad no hacemos nada bien. Cada cambio de foco exige muchísima energía, y genera lo que llamamos fatiga cognitiva o neurofatiga: dificultad para concentrarse, distracciones, olvidos y la sensación de no haber concretado nada.
La solución pasa por recuperar la monotarea y darle pausas al cerebro. No se trata de fuerza de voluntad, sino de entrenar la atención como si fuera un músculo.
Tres ejercicios básicos para mejorar la concentración
1. Bloques de foco: elegí una sola tarea y trabajá en ella durante 25 minutos, con el celular en silencio.
2. Pausa consciente: cuando la mente se nuble, levantate, respirá profundo y mirá por la ventana un minuto.
3. Entrenamiento diario: practicá leer o escuchar sin interrupciones al menos 10 minutos por día.
Cuidar tu atención es cuidar tu cerebro.
Médico Ezio Tracanna
Especialista en Neurología
Especialista en Pediatría
MP: 4295 - MN: 156823